Con un diseño que toma como base las líneas principales y la silueta de su antecesor, el Amalfi introduce líneas más modernas en el exterior y el interior, además de tener novedades destinadas al motor V8, que carece de electrificación.
Diseño exterior e interior con sello propio
El nuevo modelo de la marca italiana es fácilmente reconocible gracias a las notables diferencias frontales, donde hay hay nuevas ópticas acompañadas por un paragolpes también renovado que aloja a la parrilla inferior.
La actualización se completa con las llantas forjadas de 20 pulgadas, las molduras de fibra de carbono y un sector posterior rediseñado en el que se destacan las nuevas ópticas, un alerón activo que mejora la aerodinámica en altas velocidades y las cuatro salidas de escape que anticipan su potencia.
En el habitáculo, el Amalfi ofrece una configuración 2+2 con dos pequeñas plazas traseras, ideales para niños o para aumentar la capacidad de carga. El diseño del panel es completamente envolvente, con una pantalla multimedia principal que se complementa con una segunda destinada al acompañante.
Motor V8 evolucionado: más potencia y mejores cifras
Debajo del capó, el nuevo Amalfi cuenta con la última evolución del motor V8 biturbo (conocido en el Roma), que mantiene su ubicación delantera central. Entrega una potencia de 640 caballos y un torque de 760 Nm.
El conjunto mecánico además posee la caja automática de doble embrague y ocho velocidades, encargada de enviar toda la potencia al eje trasero. La relación peso/potencia es de 2,29 kg por caballo, lo que asegura prestaciones sobresalientes.
De esta forma, el nuevo modelo de Ferrari brinda una aceleración desde parado hasta los 100 km/h en apenas 3,3 segundos y alcanza los 200 km/h en 9 segundos, mientras que la velocidad máxima se ubica en los 320 km/h.
