El capitán del Bicho cuestionó la postura que tuvo el Xeneize en el Diego Armando Maradona. Las imágenes
“Merecimos más. Boca vino a especular. Tenemos que aprender de esto: va a haber equipos que van a meterse atrás de esta manera”. Ese crudo y brutal análisis corresponde a Diego Rodríguez, capitán y referente de Argentinos Juniors, que no pudo ocultar el fastidio que le generó el empate en la primera fecha del Torneo Clausura disputada en La Paternal.
Tras el encuentro que se desarrolló en el estadio Diego Armando Maradona, que marcó el debut del Xeneize y del Bicho en el campeonato doméstico, el arquero manifestó sus sensaciones agridulces, ya que el equipo dirigido por Nico Diez mereció la victoria.
Es que el combinado liderado por Miguel Ángel Russo mostró serias dificultades para encontrar respuestas ante un rival que dominó las acciones más claras del partido.
El desarrollo del duelo evidenció la superioridad táctica del dueño de casa, que generó las oportunidades más peligrosas y puso en aprietos a la defensa boquense, que se sostuvo por la buena producción de Agustín Marchesín y Marco Pellegrino. En este sentido, la autocrítica no tardó en llegar desde el banco azul y oro, dado que el experimentado estratega con pasado reciente en San Lorenzo reconoció que sus jugadores deben “mejorar mucho de cara a los próximos compromisos”.
“El fútbol argentino es difícil y parejo. Hay cosas que mejorar y otras cosas que fueron buenas, depende pura y exclusivamente de nosotros buscar el mejor funcionamiento, aceleración y un montón de cosas. Argentinos es un rival dificilísimo por la forma y la manera que tiene de jugar. Hay que seguir mejorando y buscando, pero el fútbol argentino tiene estas cosas y situaciones que cambian permanentemente”, argumentó Russo en la conferencia de prensa posterior al cotejo.
En este contexto, la expectativa se centra en el inminente debut de Leandro Paredes, quien podría aportar mayor fluidez y creatividad al mediocampo de Boca. La llegada del volante se percibe como una posible solución para un equipo que, en su primera presentación del torneo, no logró imponer su juego y optó por una postura conservadora, tal como lo señaló el propio Ruso Rodríguez.
“Es día a día. Ayer entrenó muy bien, hoy le dimos descanso, seguramente mañana entrenará con más intensidad y veremos cómo se va sintiendo. Mejor que él no se conoce nadie, tiene experiencia y forma, recuperaremos a Cavani que lo tuvimos afuera por algo completamente anormal, Palacios estuvo con fiebre y más de 60 minutos no me iba a aguantar. Lo bueno es que quieran estar y vamos creciendo”, enfatizó el DT.
Lo cierto es que a Boca le faltó ambición en el Semillero del Mundo y, salvo por un mano a mano desperdiciado por Miguel Merentiel, el Xeneize careció de ideas y situaciones de riesgo para inquietar al arquero con pasado en Independiente.
El resultado y las declaraciones posteriores de los protagonistas reflejaron el desafío que enfrenta el Xeneize en el inicio del Clausura, donde la presión por mejorar el rendimiento se combina con la urgencia de sumar puntos y responder a las expectativas de los hinchas.
El futbolista turco y el capitán argentino tuvieron un fuerte cruce después de la eliminación del conjunto italiano en el Mundial de Clubes.
Cuando parecía que su historia en el Inter estaba terminada, el futbolista turco Hakan Calhanogluconfirmó que se quedará en el conjunto italiano para “ganar muchos títulos en el club”. El mediocampista tenía ofertas del fútbol de su país y dudaba en quedarse en la Seria A, algo que finalmente terminó aceptando.
Consultado sobrecómo será su reencuentro con Lautaro Martínez, capitan del equipo, tras el cruce que tuvieron en el Mundial de Clubes, el turco señaló que ya está todo arreglado entre ambos y que espera darle un abrazo cuando lo encuentre.
Hakan Calhanoglu El jugador que criticó Lautaro Martínez estaba de vacaciones mientras el Inter quedaba eliminado del Mundial de Clubes (Foto: EFE)
“Hablé con Lautaro, somos profesionales y ya está todo aclarado. Cuando regrese el capitán, simplemente lo abrazaremos. Estábamos llenos de energía, ahora estamos todos relajados, contentos y listos para volver a jugar juntos”, aclaró sobre su conflicto con el Toro.
A su vez, el mediocampista de 31 años habló sobre su futuro en el Neroazurro y dijo: “Estoy muy feliz de volver, extrañé mucho al Inter. Los rumores pasan todos los años, esta vez un poco más. Pero estoy contento, soy jugador del Inter y siempre dije que quería quedarme. Mi objetivo es ganar muchos títulos aquí en el club”.
El turco reacción con un comunicado tras las declaraciones del argentino (Foto: IG@hakancalhanoglu).
Así fue el conflicto entre Lautaro y Calhanoglu durante el Mundial de Clubes
Lautaro Martínez expuso una interna en el vestuario del Inter después de la derrota en los octavos de final del Mundial de Clubes y, si bien no dijo nombres, el presidente del club señaló que las palabras del capitán estaban dirigidas a Hakan Calhanoglu, quien había decidido no participar de la competencia e irse de vacaciones.
“Hay una cosa que quiero decir: hay que querer estar acá, ¿me entendes? Acá luchamos por objetivos, así que el mensaje es claro: quien quiera estar con nosotros se queda; quien no quiera… adiós”, dijo el capitán del Inter en diálogo con DAZN.
En la repregunta, el delantero respondió: “No voy a dar nombres. Vi muchas cosas que no me gustaron. Como capitán, como líder de grupo, y luego está el entrenador, pero tengo que decirlo porque así soy. Estoy en un bando o en el otro: quiero luchar por los objetivos porque somos un gran equipo, hemos vuelto a la cima y quiero seguir”, recalcó.
Lautaro Martínez estalló en contra de sus compañeros tras la derrota del Inter contra Fluminense. (Video: @IIDimash2 vía X)
Después de que saliera a la luz la interna en el vestuario, Calhanoglu contestó con dureza desde sus redes sociales: “Lo que más me impactó fueron las palabras que vinieron después. Palabras duras. Palabras que dividen, no que unen”, escribió el turco en su cuenta de Instagram.
“Respeto todas las opiniones, incluso la de un compañero, incluso la del presidente. Pero el respeto no puede ser unidireccional”, criticó.
“Aprendí que el verdadero líder es el que permanece al lado de sus compañeros, no el que busca culpables cuando es más fácil hacerlo. Amo este deporte. Amo este club. Y amo estos colores, por los que lo di todo cada día. ¿El futuro? Ya veremos. Pero la historia siempre recordará a quienes se mantuvieron en pie. No a quienes alzaron la voz con más fuerza”, finalizó.
El boxeador enfrentó acoso, delincuencia y tragedias personales antes de alcanzar la cima. Superó obstáculos y decidió reinventarse como empresario y referente en salud mental y adicciones
La infancia marcada por la pobreza y el acoso escolar en Brooklyn forjó el carácter de Mike Tyson (Créditos: @miketyson/INSTAGRAM)
En la memoria colectiva, Mike Tyson representa poder, velocidad y una ferocidad inigualable sobre el ring de boxeo. Más allá del apodo “Iron Mike” y su reputación como uno de los boxeadores más temidos, su infancia estuvo marcada por la pobreza, el acoso escolar y la delincuencia en Brooklyn, Nueva York.
La trayectoria de Tyson muestra cómo las cicatrices de su niñez moldearon a un campeón mundial, pero también dejaron marcas profundas en su vida personal y profesional, según All That’s Interesting.
Infancia difícil en Brooklyn
Mike Tyson nació el 30 de junio de 1966 en Brooklyn, Nueva York, en una familia con dos hermanos mayores. Su padre biológico abandonó la casa cuando él tenía dos años, dejando la figura paterna en manos de Jimmy Kirkpatrick, cuya presencia fue inestable y distante.
La relación con su madre, Lorna Smith Tyson, fue dolorosa y conflictiva. En una entrevista con The Guardian recogida por All That’s Interesting, Tyson la describió como una persona con una vida complicada y afirmó no haber visto nunca a su madre sentirse orgullosa de él. “Solo me conoció como un chico que causaba problemas… Nunca tuve la oportunidad de conocerla de verdad… A nivel profesional, no tiene efecto, pero emocional y personalmente es devastador”, recordó Tyson, de acuerdo con Bleacher Report.
Tyson enfrentó problemas legales, adicciones y condenas, pero logró reinventarse (Créditos: @miketyson/INSTAGRAM)
Desde pequeño, fue víctima de acoso escolar por su timidez y sobrepeso, lo convertían en blanco fácil de burlas. “No iba a la escuela porque se metían conmigo”, confesó Tyson. Las palomas mensajeras eran su refugio, aunque cuidar de ellas le trajo más humillaciones. El punto de quiebre llegó cuando, tras presenciar la muerte de una de sus aves favoritas a manos de un matón, Tyson lanzó su primer puñetazo.
Juventud marcada por la delincuencia
La falta de referentes y la marginación lo empujaron hacia la delincuencia. Un adolescente mayor lo llevó a robar casas, relató Tyson en declaraciones recogidas por All That’s Interesting. “Me enseñó, luego me compró ropa y me aconsejó ir al baile. Fue un cambio completo”.}
A los trece años, Tyson había sido arrestado treinta y ocho veces. La policía lo detuvo con USD 1.500 en efectivo robado, lo que motivó su traslado al reformatorio Tryon School for Boys en el norte del estado, según la BBC.
El boxeo como salvación
En el reformatorio conoció a Bobby Stewart, ex campeón amateur, quien detectó su potencial a cambio de disciplina y mejor desempeño escolar. Tras avanzar, Stewart lo presentó a Cus D’Amato en 1980, quien se convirtió en su entrenador y tutor legal. “Cus tuvo un impacto extraordinario en mi vida. Prácticamente, se convirtió en mi tutor, como una figura paterna. Nunca supe lo que era tener un padre”, admitió Tyson.
Cus D’Amato se convirtió en el mentor y figura paterna que guió a Tyson al éxito en el boxeo
Bajo su tutela, perfeccionó su técnica y mentalidad. Participó en los Juegos Olímpicos Juveniles de 1981y 1982, rompiendo varios récords, incluido el nocaut más rápido. Tyson decidió dar su vida al boxeo: “Era solo motivación psicológica… Voy a dedicar mi vida a ello”, recordó.
Ascenso meteórico y tragedias personales
En 1982, falleció su madre y fue expulsado de la Catskill High School. D’Amato contrató tutores y ambos enfocaron sus esfuerzos en los Juegos Olímpicos de 1984, pero Tyson perdió ante Henry Tillman y no clasificó.
D’Amato decidió que Tyson debía debutar profesionalmente. El 6 de marzo de 1985, con 18 años, noqueó a Héctor Mercedes en el round de apertura. Un año después, el 22 de noviembre de 1986, se consagró como el campeón mundial de peso pesado más joven ante Trevor Berbick.
El ascenso meteórico de Tyson lo llevó a ser el campeón mundial de peso pesado más joven de la historia (Créditos: @miketyson/INSTAGRAM)
Sin embargo, D’Amato falleció el 4 de noviembre de 1985 y no llegó a ver este triunfo. Kevin Rooney asumió luego como entrenador, pero la ausencia de su mentor hizo que Tyson perdiera el eje y cayera en excesos.
Problemas legales y adicciones
El prestigio deportivo contrastó con una vida privada llena de dificultades. La ausencia materna y la de D’Amato lo dejaron sin referentes. En febrero de 1990 perdió ante Buster Douglas y se desmoronó su imagen de invencible.
En 1992, fue condenado por la violación de Desiree Washington en Indiana, cumpliendo aproximadamente la mitad de una sentencia de seis años de cárcel. Según All That’s Interesting, Tyson sostuvo siempre su inocencia. En 2023, otra mujer presentó una demanda por abuso presuntamente ocurrido a inicios de los noventa, pero USA Today informó en marzo de ese año que el caso fue desestimado.
A esto se sumaron sus adicciones. En 2007 fue condenado por posesión de narcóticos y conducir bajo los efectos del alcohol. En 2013 afirmó: “Quiero vivir mi vida sobrio. No quiero morir. Estoy al borde de morir porque soy un alcohólico… Quiero ser perdonado”.
Su regreso al ring en 2024 ante Jake Paul demostró que las leyendas también enfrentan el paso del tiempo. Siempre buscó ser recordado. “Cuando era niño, veía películas de boxeo y detenía la imagen para imitar la postura o la manera de golpear… Me gustaban más los villanos porque nunca los olvidabas”, confesó Tyson, según All That’s Interesting.
En 2024, Tyson volvió al boxeo con una pelea frente a Jake Paul (Cortesía de Netflix y MVP)
El impacto de Tyson trasciende el deporte: su figura se convirtió en símbolo cultural y referencia en el cine, la televisión y la música. En años recientes, emprendió nuevos caminos como empresario, condujo un popular pódcast y expuso sus luchas personales, lo que lo acercó a nuevas generaciones.
Además, su apertura sobre salud mental y adicciones ayudó a visibilizar estos temas en el ámbito deportivo y social, posicionándose como voz en la importancia de pedir ayuda y de trabajar en la recuperación emocional.
Sebastián Porto, exsubcampeón mundial de 250cc., reflexionó sobre la delicada situación de su deporte y pidió “un proyecto serio” para el desarrollo de pilotos.
El regreso del MotoGP a la Ciudad de Buenos Aires ya es un hecho. En 2027, la máxima categoría del motociclismo mundial volverá al autódromo Juan y Óscar Gálvez, que reemplazará al Circuito de Termas de Río Hondo deSantiago del Estero. Ante esta noticia, Sebastián Porto, exsubcampeón mundial de 250cc y referente del motociclismo argentino, expresó su entusiasmo en diálogo con TN. Además, reflexionó sobre la delicada situación que atraviesa hoy el deporte motor en el país.
“Muy feliz de seguir teniendo MotoGP en la Argentina”, fue la primera reacción del rafaelino. “Lo que representa el Gálvez y lo que representa Buenos Aires es enorme. Creo que hacía falta un autódromo nuevo, actualizado. Más allá de la historia, hay que modernizarse. No puede ser que la capital del país no tenga un autódromo de nivel internacional”, comentó Porto.
(Foto: sebasporto19/Instagram)
La otra cara: un motociclismo argentino en crisis
Sin embargo, más allá de la euforia por el MotoGP, Porto remarcó los problemas estructurales del motociclismo argentino. “Hoy no tenemos casi campeonato argentino, hay fechas, pero la gente no va, no se compite. La verdad es que el motociclismo argentino no está bien”, aseguró.
Para el expiloto de Aprilia y Yamaha, la solución pasa por pensar a largo plazo: “Hay potencial y talento de sobra, pero necesitamos un proyecto serio, de 4 o 5 años, de formación de pilotos. Ir por el país, hacer selecciones de chicos, formarlos con motos adecuadas y presupuesto. Eso tiene que tener apoyo del gobierno y de las empresas”.
Además, propuso crear una estructura local que permita a los jóvenes transitar un camino claro desde el semillero hasta la máxima categoría: “Después, con esa base, es mucho más fácil insertar a un piloto en Europa. Como pasa hoy con Colapinto en la F1, estaría bueno tener un proyecto 100% argentino en motociclismo, como fue en mi caso hace años”.
Sebastián Porto venció a Dani Pedrosa en 2005, consiguiendo así el Moto GP de los Países Bajos. (Foto Prensa Moto GP)
Presencia local, pero a medias
Actualmente, hay pilotos que representan a la Argentina en competencias internacionales, pero Porto señaló que no fueron formados en el país: “Está Valentín Perrone, Marco Morelli, pero son nacidos en España. Estaría bueno que haya un piloto local, nacido y formado acá”.
Los argentinos quieren llegar a la máxima categoría del motociclismo. (Foto: valentinperrone73/marcomorelli01/Instagram)
Una obra que puede marcar un nuevo comienzo
Finalmente, Porto festejó el plan de renovación del Gálvez, aunque lo consideró apenas un primer paso: “El autódromo va a quedar espectacular. Es un orgullo que en mi deporte vuelva a recibirse un MotoGP en Argentina. Estamos todos muy ilusionados y con ganas. Esperamos que se cumpla con toda la expectativa”.
Consultado por las chances de que la Fórmula 1 también vuelva a suelo argentino, Porto se mostró algo más escéptico: “Parece un poco chico para la F1, pero bueno, veremos. Hay que esperar que terminen las obras”.
El Moto GP volverá a la Ciudad de Buenos Aires en 2027. (Foto: @MotoGP/Twitter)
El MotoGP regresa al Gálvez con una inversión que promete reactivar la economía
Se estima que las obras de remodelación del autódromo Juan y Óscar Gálvez demandarán unos seis meses, durante los cuales el circuito permanecerá cerrado al público.
La vuelta del MotoGP a la Ciudad de Buenos Aires no solo representa un hito deportivo, sino también un impacto económico significativo, con una proyección directa de alrededor de 150 millones de dólares, según datos de la organización.
La cifra contempla el movimiento generado por el turismo nacional e internacional, el comercio, el empleo y las industrias relacionadas con el evento.
El autódromo porteño tiene una profunda historia con el motociclismo: desde 1960, cuando fue sede de una carrera no puntuable, hasta 1999, albergó en diez ocasiones a la máxima categoría del motociclismo mundial.