En el reconocido local de Palermo, una pareja optó por platos clásicos, degustación de vinos y postre, lo que derivó en un ticket por encima de los 200 mil pesos
El restaurante Don Julio recibió la visita de una pareja que eligió cenar en uno de los puntos gastronómicos más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. Luego de la experiencia, difundieron la imagen del ticket final que superó los 200 mil pesos y generó debate en las redes sociales sobre los precios, el consumo y la particularidad de la propuesta que ofrece el restaurante elegido tanto por locales como por turistas.
Al analizar el detalle del consumo, se observa cómo la pareja seleccionó algunos de los platos y bebidas tradicionales del menú. El ticket incluyó los siguientes ítems: dos cubiertos por un total de $7.800, lo que significa $3.900 por persona. La bebida incluyó agua con gas que costó $6.500 y una botella de Malbec Edad Moder cuyo valor fue de $46.000. Para la entrada, la pareja pidió un chorizo bombón de $17.300 y una salchicha parrillera por $17.300. El plato principal constó de dos bifes de chorizo mar de $84.500 total. Para acompañar eligieron papas fritas a $12.800 y, para cerrar la comida, un helado de chocolate de $9.700.
La suma total de la cuenta arrojó $203.600. Toda esta información quedó reflejada en la foto del ticket, que comenzó a circular en redes sociales y portales especializados después de que la pareja la publicó en su perfil. Al difundirse, la imagen causó múltiples reacciones y comentarios. Algunos usuarios discutieron el valor de algunos platos, mientras que otros subrayaron el hecho de que el costo de la experiencia superó los 200 mil pesos, una cifra significativa para una cena de dos.
El plato principal fue bife de chorizo y el acompañamiento con vino pesó en el precio final (Google Maps/ Andrea Olivella)
El caso despertó interés por los precios de Don Julio, un restaurante que ocupa un lugar de privilegio en Buenos Aires y suele figurar en rankings internacionales de excelencia gastronómica. Se generó un intenso intercambio en torno a si esos valores representan la realidad de la oferta gastronómica de alto nivel porteña o si corresponden más al perfil del local, que tiene amplia demanda y recibe comensales de todo el mundo. La pregunta sobre cuánto cuesta una experiencia completa en locales de referencia se amplificó tras la viralización de esta foto, que evidencia el costo desglosado por producto y servicio.
El salón de Don Julio, con su ambiente clásico y su ubicación en Guatemala 4691, Palermo, es conocido por sus propuestas de carne, el servicio y su carta de vinos. Los visitantes buscan una experiencia que combina la tradición de la parrilla argentina y el prestigio internacional que forjó el local con el paso de los años. Todo esto influye en la formación de precios y en la percepción que los clientes tienen al momento de observar el ticket final de su consumo.
La cuenta de la pareja mostró la popularidad de los cortes de bife de chorizo, uno de los clásicos más solicitados del menú. Elegir este corte duplicó el precio debido al pedido de dos porciones, lo que resultó en un impacto considerable en el total. A esto se sumó la selección de una botella de vino Malbec de categoría y los acompañamientos tradicionales. El postre de helado de chocolate completó la experiencia.
El ticket de Don Julio evidenció un gasto de $203.600 para dos personas, incluyendo entrada, plato principal, vino y postre (Google Maps/ Andrea Olivella)
El detalle del ticket permitió observar cómo se componen los precios en restaurantes de alta gama. En este caso, el costo de los platos principales y el vino explicaron la mayor parte del monto final. La información proporcionada en la foto funcionó como referencia para quienes querían conocer en detalle el valor exacto de una comida completa en uno de los lugares más reconocidos de la ciudad.
La reacción en redes sociales fue inmediata. Usuarios analizaron punto por punto los gastos registrados en la cuenta. Algunos destacaron la elección de productos y el vino seleccionado. Hubo quienes comentaron que, a pesar del monto total, Don Julio suele estar ocupado cada noche y mantiene un nivel de reservas elevado, lo cual sostiene la discusión sobre el acceso a este tipo de experiencias gastronómicas y el perfil de sus comensales.
El dato publicado también incentivó el debate sobre otras opciones para consumir productos similares en restaurantes porteños o en bodegones tradicionales. Las comparaciones de precios entre Don Julio y otras parrillas reflejaron la diversidad de la oferta gastronómica en Buenos Aires, aunque el restaurante ubicado en Palermo mantiene su lugar como punto de referencia para quienes desean una experiencia distintiva.
La entrada fue salchicha parrillera (Google Maps/ Andrea Olivella)
En la foto del ticket, todos los ítems aparecen discriminados. Además, se muestra el horario y la fecha en que se realizó el consumo. Este nivel de detalle generó todavía más interés entre los seguidores y motivó a otras personas a compartir sus propios tickets y experiencias en oportunidades similares.
Detalle del ticket según la foto:
Cubierto: $7.800 (2 x $3.900)
Agua sin gas: $6.500
Malbec Edad Moder: $46.000
Chorizo bombón: $8.300
Salchicha parrillera: $7.300
Bife de chorizo mariposa: $84.500
Papas fritas: $12.800
Helado de chocolate: $9.700
Total: $203.600
El impacto de publicar el ticket en redes generó preguntas sobre la relación precio-calidad, el contexto económico y el turismo. El hecho de que una cena sencilla para dos, compuesta por entrada, plato principal, acompañamientos, vino y postre, supere los 200 mil pesos provocó comentarios de todo tipo. Algunos señalaron la experiencia de la carta de Don Julio y la atención recibida, mientras otros compararon con propuestas de la competencia o con comidas caseras.
La repercusión de esta cuenta fue tal que el tema se replicó en diferentes medios, blogs de gastronomía y canales de noticias. Rápidamente, el nombre Don Julio ascendió entre las tendencias de búsqueda. El archivo del ticket se convirtió en prueba concreta del costo de una salida nocturna completa en el famoso local de la calle Guatemala.
El caso de la pareja, con su cena de bife de chorizo, chorizo bombón, salchicha parrillera, papas fritas y postre, sirvió para poner en evidencia tanto el nivel de detalle en la carta del restaurante como el costo real de cada experiencia para el consumidor actual. Cada ítem sumó para llegar al inesperado total de $203.600, cifra que motivó nuevas discusiones y consultas entre consumidores de Buenos Aires y el resto del país.
El episodio ocurrió en la Escuela Valentín Vergara de La Plata y sorprendió a todos los que esperaban para votar.
Una escena digna de película se vivió este domingo en La Plata, cuando un joven de 21 años intentó escapar corriendo para no ser presidente de mesa en plena jornada electoral.
Todo sucedió apenas pasadas las 8 de la mañana, en la Escuela Valentín Vergara, ubicada en 7 y 33. El colegio todavía estaba cerrado porque faltaban autoridades para conformar las mesas, y una mujer salió a la vereda para pedir ayuda a los policías que custodiaban el lugar.
En ese momento, los oficiales convocaron al joven, que había llegado temprano para votar. Pero cuando le informaron que debía asumir como presidente de mesa, el chico se negó de manera rotunda y salió disparado, donde intentó huir de la responsabilidad.
El episodio ocurrió en la Escuela Valentín Vergara y de La Plata y sorprendió a todos los que esperaban para votar. (Foto: EFE / Juan Ignacio Roncoroni)
La policía lo persiguió y lo obligó a volver
La fuga duró poco: solo logró avanzar media cuadra antes de que los policías lo alcanzaran y lo llevaran de vuelta a la puerta del colegio. Las otras cinco personas que esperaban para votar miraron la escena entre la sorpresa y la risa nerviosa.
Los efectivos le explicaron que era su deber como ciudadano y que, si no cumplía, podía enfrentar consecuencias legales. Por eso, el joven aceptó y se sentó como presidente de mesa, resignado a pasar todo el domingo cumpliendo esa función.
El temor de los votantes a ser convocados
Mientras tanto, afuera del colegio, la gente empezó a juntarse con cierta timidez. Muchos miraban de reojo la puerta, temiendo ser llamados para ocupar algún cargo en las mesas y terminar como el protagonista de la mañana.
Pasadas las 8:30, la escuela seguía sin abrir por la falta de autoridades y fiscales, y el clima de nerviosismo se sentía en el aire.
Sheila estaba apurada y solicitó un viaje. Sin embargo, se asustó al ver que el vehículo no estaba en regla.
Una joven pidió una moto por aplicación y quedó sorprendida al ver que no tenía patente. A pesar de haber tomado igual el servicio para no llegar tarde al lugar donde tenía que ir, le dejó una lección al conductor y se hizo viral en TikTok.
La cuenta @lauti_motovlog compartió la publicación en la plataforma. Cuando llegó al lugar donde estaba la pasajera, le habló: “Buenas, ¿todo bien? ¿Sheila?“. La joven respondió: ”¿Y la patente?“.
El dueño de la moto acotó: “Está en trámite… ¿Querés ver que soy yo? Cómo quieras igual”. Enojada, la chica contestó: “Llego tarde, no importa, pero no debería ser así”.
“Pasa que hoy en día tardan mucho en darte una patente”, indicó el motoquero tiktoker. Sin embargo, la pasajera no se quedó atrás: “Y hoy en día es re peligroso subirse a una sin patente”.
Sheila mostró su enojo porque la moto que pidió no tenía patente. (Captura: TikTok/@lauti_motovlog)
Acto seguido, le pidió que le acercara la moto a la vereda para que pudiera subirse. “¿Querés que te lleve? Sino, no pasa nada”, insistió el conductor. “Ya lo pedí y llego tarde, no voy a pedir otro”, sentenció la chica antes de ponerse el casco.
El video llegó a 5,5 millones de reproducciones y 444 mil “me gusta”. “Genial la chica, si ofrecés un servicio por lo menos tenés las cosas en regla”, “tiene toda la razón la chica”, “yo trabajo de lo mismo y banco a la chica, está pagando un servicio” y “no deberían dejarte laburar sin patente, tiene razón”, fueron algunos de los comentarios que recibió el posteo.
Quiso pedirle dinero para cortar el vínculo, él pagó y la ocurrió algo inesperado.
Todo empezó como una charla de amigas en WhatsApp, pero terminó en un verdadero escándalo viral. Mariela recibió el mensaje de su mejor amiga, Pili, con una pregunta clave: “¿Y salís con el pibe de la tienda, al final?”. La respuesta fue tajante: “Sí, me gusta, es lindo, buena onda, todo, pero no tiene auto”. Del otro lado, la indignación no tardó en llegar: “Dios mío, Mariela, nada te viene bien”.
La conversación siguió subiendo de tono. Mariela confesó que el chico, Wally, le había propuesto encontrarse en un punto intermedio porque no tenía auto. “Si no tiene auto, seguro no tiene un peso, me va a hacer pagar hasta la propina”, lanzó, sin filtro. La amiga, entre risas y resignación, le sugirió un “truco”: “Decile que necesitás plata, metele cualquier excusa, eso espanta a cualquiera”.
El truco que salió mal: el chico le transfirió $35.000
Mariela puso a prueba el consejo y, para sorpresa de ambas, Wally le transfirió $10.000. “¿Qué? ¿En serio?”, preguntó Pili, entre asombro y carcajadas. Pero la historia no terminó ahí: la amiga la pinchó para que pidiera más. “Pedile $25.000, ahí te bloquea seguro”. Pero no: el chico volvió a transferirle otros $25.000.
“¿Qué onda este pibe?”, se preguntaron, entre la sorpresa y la duda. “No tendrá auto, pero parece que guita sí”, reconoció Mariela, que finalmente decidió aceptar la invitación a cenar.
Una joven intentó rechazar a un chico porque “no tenía auto”, pero la historia dio un giro inesperado. (Video: TikTok/@chacalboggiano).
La cena, la desaparición y el mensaje final
La noche parecía ir sobre rieles. Mariela le contó a su amiga que la estaba pasando “re bien”, que habían conectado y que todo fluía. Pero, de repente, el chico se fue al baño y no volvió más. Pasaron los minutos, el mozo fue a buscarlo, pero no había rastros de Wally.
Desconcertada, Mariela recibió un mensaje demoledor: “No tener auto no me hace menos importante. ¿Te pensás que no me di cuenta que me pediste plata para espantarme? Usá esos $35.000 para pagar parte de la cuenta. Yo me fui. Con interesadas, no salgo”. Acto seguido, la bloqueó.
El costo de la jugada: una cuenta de más de $150.000
La historia terminó con una captura de la cuenta: $157.300. “¿Y vos que no querías pagar la mitad? Te arruinó”, le dijo Pili, entre risas y resignación. “No tenía auto, pero te hizo chocar como si hubieras salido con Colapinto”, remató.
La anécdota, que mezcla picardía, prejuicios y un final inesperado, se volvió tendencia en las redes sociales.
