Este viernes la policía militar de Bolivia patrulló las calles de Llallagua y retiró los últimos escombros dejados por los bloqueos y violentas protestas realizadas por simpatizantes del ex presidente Evo Morales,que manifestaban por su inhabilitación como candidato presidencial.Las fuerzas de seguridad buscan restablecer el orden luego de once días de disturbios que causaron la muerte de cuatro policías.
Durante los días previos, varios comerciosfueron saqueados por manifestantes afines a Morales (2006-2019), quienes reclaman que se permita su participación en las elecciones de agosto. El Tribunal Constitucional dictaminó que ningún candidato puede aspirar a un tercer mandato, lo que dejó fuera de la contienda al exmandatario.
“Estos días hemos vivido bajo amenazas; se agotó todo en los mercados, nos cortaron el agua. La violencia de los manifestantes ha despertado indignación en la gente. Estamos agradecidos con la presencia de los militares”, declaró Sonia Peláez, ama de casa, a The Associated Press.
A pesar del operativo militar, algunas calles aún permanecenbloqueadas con alambres de púas y barricadas instaladas por los propios vecinos como medida de protección. En el centro de la ciudad, una multitud se congregó en la plaza principal para organizar patrullas vecinales con el objetivo de reforzar la seguridad. La llegada del convoy militar fue celebrada con aplausos.
Además de exigir la restitución de Morales como candidato, los manifestantes también reclaman la renuncia del presidente Luis Arce —ex aliado del propio Morales— a quien responsabilizan por la aguda crisis económica, el alza de precios y la escasez de combustibles.
Una persona es detenida durante enfrentamientos entre simpatizantes del expresidente boliviano Evo Morales y la policía en la localidad de Vinto, Cochabamba, Bolivia, el 11 de junio de 2025. (REUTERS/Claudia Morales)
Un saldo trágico
Las protestas dejaron un saldo trágico: cuatro policías fallecidos y varios heridos. Tres perdieron la vida cuando intentaban despejar una ruta cerca de una zona minera, mientras que el cuarto fue asesinado en el centro del país. También murió un civil, víctima de una explosión de dinamita, según reportes policiales.
Estas muertes sacudieron a una Bolivia inmersa en una tensa campaña electoral, marcada por una grave crisis política y social, así como por el peor deterioro económico en cuatro décadas, según analistas.
En distintas regiones del país, algunos bloqueos se levantaban tras 11 días, y la presencia policial era notoria. La Paz volvió a conectarse con otras ciudades, lo que permitió el ingreso de camiones con productos alimenticios a los mercados.
Una mujer sostiene un cartel que dice “Lucho asesino”, en referencia al presidente boliviano Luis Arce, durante una protesta contra el padrón electoral
La violencia continua
No obstante, la violencia continua: la policía denunció un ataque contra las oficinas del partido de Morales en la capital.
Ademas, persisten algunos puntos de bloqueo, especialmente en el Chapare —bastión cocalero de Morales—, desde donde el ex mandatario dirige a sus seguidores. Actualmente, Morales se encuentra refugiado y protegido por simpatizantes para evitar su detención por un caso de presunto abuso de una menor durante su gobierno.
En este contexto, Morales publicó en la red social X: “Ante la intransigencia del gobierno pedimos que una instancia internacional medie en un diálogo”.
En paralelo, el ministro de Justicia, César Siles, informó sobre una nueva acusación contra Morales por terrorismo e “instigación pública a delinquir”.
“No descartamos (declarar) un estado de excepción, esperamos que no sea necesario”, añadió Siles.
Una vista aérea muestra a simpatizantes del ex presidente Evo Morales bloqueando las avenidas principales en Cochabamba, Bolivia, el 10 de junio de 2025. (REUTERS/Claudia Morales)
Por su parte, el comandante policial Augusto Russo indicó que su institución está “desplegando efectivos para reestablecer el tráfico” en las principales rutas. Imágenes televisivas mostraban vehículos circulando por vías que habían estado bloqueadas durante más de una semana.
Aunque los mercados de La Paz muestran mejor abastecimiento de frutas y verduras, persisten las largas filas para adquirir carne y otros productos difíciles de conseguir.
El aumento en el costo de los alimentos ha motivado protestas de distintos gremios que exigen soluciones urgentes a la crisis y piden la dimisión del presidente. “Si la renuncia resolviera los problemas ya hubiéramos renunciado”, respondió Arce.
El presidente decidió no postularse a la reelección, tras una significativa caída en su popularidad. La confrontación con Morales ha sumido al Movimiento al Socialismo (MAS) en una lucha interna que pone en riesgo su permanencia en el poder tras casi dos décadas. Por primera vez, el oficialismo enfrenta un escenario electoral en el que podría ser superado por alternativas de centro o derecha.
Hasta el domingo 22 de junio y con la presencia de relevantes autores como Lynn Painter, Pedro Mairal, Chimamanda Ngozi Adichie y Marcelo Rubens Paiva, la ciudad brasileña es la sede de un evento que busca consolidar su reconocimiento global
La Bienal del Libro de Río de Janeiro abrió sus puertas este viernes para recibir a unas 600.000 personas hasta el 22 de junio con varias atracciones y una extensa programación que busca justificar el título de “Capital Mundial del Libro” en 2025 que la Unesco le concedió a esta ciudad brasileña.
“Todas las miradas del mundo, de la literatura y de la lectura están dirigidas a nuestra ciudad por la Bienal y por el título que nos concedió la Unesco. Espero que pongamos a todos los cariocas a leer”, afirmó el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, en la ceremonia inaugural del evento.
Ante un numeroso público que hizo extensas filas para ingresar al Centro de Convenciones Riocentro en el primer día de Bienal, el alcalde afirmó que la coincidencia de eventos “invita, más que a festejar, a formar lectores, a estimular el mercado librero y literario y a avanzar en políticas públicas para el sector”.
El escritor argentino Pedro Mairal es uno de los participantes de la Bienal del Libro de Río de Janeiro (Foto: Juan Casas)
En la mayor edición en sus poco más de 40 años de historia, la Bienal de este año cuenta con 570 editoras, librerías, universidades y empresas expositores distribuidas en un espacio de 130.000 metros cuadrados, un área en un 45 % superior a la de la edición de 2023.
La programación prevé la participación de unos 300 escritores, editores y personalidades culturales y la generación de cerca de 200 horas de contenido para redes.
Entre los escritores extranjeros invitados este año destacan la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, la británica Cara Hunter, la canadiense Brynne Weaver, el surcoreano Kim Ho-yeon y los estadounidense G. T. Karber y Lynn Painter. También fueron invitados escritores latinoamericanos como la cubana Teresa Cárdenas, el argentino Pedro Mairal y la chilena Lina Menuare.
El novelista brasileño Marcelo Rubens Paiva, autor de “Ainda Estou Aqui” (“Aún estoy aquí”), el libro de 2015 que inspiró la película ganadora de un Oscar (Foto: AP Foto/Andre Penner)
Y entre los brasileños destacan el periodista y escritor Ruy Castro -quien será uno de los homenajeados este año y lanzará dos nuevos libros durante el evento-, Ailton Krenak, Marcelo Rubens Paiva -autor del libro que inspiró la película ganadora del Oscar,Aún estoy aquí-, Itamar Vieira Junior y Jeferson Tenório.
Una de las grandes novedades este año fue la concepción de la Bienal como un ‘book park’, que los organizadores explican como un parque literario que reforzará la importancia de los libros con experiencias inmersivas, pero también con atracciones como una noria y un laberinto en que es posible perderse en historias.
La caída de visitantes extranjeros y el cambio en los patrones de compra de las entradas, evidencian una reconfiguración de la audiencia y plantean interrogantes sobre el futuro del sector artístico en la ciudad
Imagen de la novedosa puesta en escena de “Moby Dick”, una de las óperas más convocantes del curso 2024-2024 del MET Ópera de Nueva York
La asistencia a la temporada del Metropolitan Opera de Nueva York disminuyó ligeramente tras las restricciones migratorias impuestas por la administración de Trump, que coincidieron con una caída en el número de turistas que visitan Nueva York. La sala vendió el 72% de su capacidad, manteniéndose al nivel de la temporada 2023-2024, pero por debajo de su proyección del 75%.
“Estábamos en buen camino para seguir mejorando”, declaró Peter Gelb, gerente general del Met. “Nos decepcionaron las ventas en los últimos dos meses de la temporada; nuestras proyecciones eran mucho más altas y atribuyo el hecho de no haber alcanzado nuestras metas de ventas a una caída significativa en el turismo”.
El mes pasado, la organización New York City Tourism & Conventions redujo en un 17% su proyección de visitantes internacionales para 2025, según informó el Met. Los compradores internacionales representaron el 11% de las ventas, una cifra por debajo de la proyección del 16% realizada por el Met y del 20% aproximado registrado antes de la pandemia del coronavirus.
Peter Gelb, director general del MET Ópera de Nueva York (Foto: EFE/Bruno Bebert)
“Es desafortunado, pero son los tiempos en los que vivimos”, dijo Gelb. De acuerdo con el Met, teniendo en cuenta los descuentos en las entradas, se registró un ingreso del 60% del potencial, en comparación con el 64% de la temporada 2023-2024, aunque por encima del 57% de 2022-2023.
“Pudimos vender una cantidad igual el año pasado, pero hubo más tickets con descuento”, explicó Gelb. “Esto realmente fue el resultado de los últimos dos meses de la temporada”.
Hubo 76.000 nuevos compradores de boletos, una disminución frente a los 85.000 registrados en 2023-2024. La edad promedio de los compradores individuales de boletos se mantuvo en 44 años, igual que en la temporada anterior, aunque inferior a los 50 años de antes de la pandemia. Las suscripciones representaron solo el 7% de las ventas de boletos, en comparación con el 12-15% previo a la pandemia.
Frente del bello edificio del Metropolitan Opera en el Lincoln Center de Nueva York (Foto: REUTERS/Carlo Allegri)
Gelb señaló que la incertidumbre económica afectó las ventas para la próxima temporada. “La volatilidad del mercado de valores hizo que la gente se sintiera insegura”, comentó. “En una semana vimos una caída enorme en nuestras ventas anticipadas para la próxima temporada. Luego se recuperaron nuevamente”.
El director musical del Met, Yannick Nézet-Séguin, ganó 2.045.038 dólares durante el año que terminó el 31 de julio, un incremento respecto a los 1.307.583 dólares obtenidos en el ejercicio anterior, según la declaración fiscal de la compañía publicada este viernes. Gelb, por su parte, obtuvo 1.395.216 dólares, una cifra similar a los 1.379.032 dólares ganados en 2022-2023. También acumuló 798.205 dólares catalogados como compensación por jubilación o beneficios postergados.
Los activos disminuyeron en aproximadamente 40 millones, alcanzando un total de 467 millones de dólares, principalmente debido a los retiros del fondo de dotación tras la pandemia.
Imagen de “Ainadamar”, la obra sobre García Lorca escrita por el compositor argentino Osvaldo Golijov (Foto: MET Ópera)
Entre las producciones individuales de la última temporada, los mayores porcentajes de entradas vendidas fueron para la versión en inglés de La Flauta Mágica de Mozart y una nueva puesta en escena de Aida de Verdi, ambas con el 82%, seguidas del estreno de la compañía de Moby-Dick de Jake Heggie, con el 81%.
Otras producciones nuevas incluyeron Salome de Strauss (74%), Antony and Cleopatra de John Adams (65%), Ainadamar de Osvaldo Golijov (61%) y Grounded de Jeanine Tesori (50%). Entre las reposiciones más vendidos destacaron Tosca de Puccini (78%), Pique Dame (La dama de picas) de Chaikovski y La Bohème de Puccini (77% cada una), además de Fidelio de Beethoven y El Barbero de Sevilla” de Rossini (76% cada una), junto con Le Nozze di Figaro de Mozart (71%).
Por otro lado, las producciones con menor porcentaje de venta incluyeron Die Frau ohne Schatten de Strauss (68%), Rigoletto de Verdi (64%), Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, la versión en alemán de La Flauta Mágica de Mozart (62% cada una) e Il Trovatore de Verdi (59%).
El gasto en alimentos sigue creciendo en los hogares estadounidenses, mientras cadenas como Publix, Whole Foods y The Fresh Market lideran la lista de tiendas con precios elevados, según un reciente análisis
Un análisis reciente reveló que los consumidores estadounidenses destinaron el 11,2 % de sus ingresos totales a la compra de alimentos en 2023, una cifra que refleja el peso creciente de la alimentación en los presupuestos familiares. En este contexto, The Takeout informó que tres de las cadenas de supermercados más populares de Miami —Publix, Whole Foods y The Fresh Market— figuran entre las tiendas de comestibles más caras de Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte publicado por The Takeout, la selección de estos supermercados se produce en un momento en que la inflación y los aranceles han elevado los precios de los alimentos en todo el país. El Servicio de Investigación Económica (ERS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyectó en su pronóstico de mayo de 2025 que los precios de los alimentos aumentarán un 2,9 % durante el año, lo que representa un incremento que se suma a los elevados costos que los consumidores han enfrentado desde la pandemia.
Según el ERS, los precios de los alimentos para consumo en el hogar subirán un 2,1 %, mientras que los de alimentos fuera del hogar aumentarán un 4,0 %. El informe detalla que el rango de predicción para el alza de precios de todos los alimentos oscila entre el 1,6 % y el 4,1 %, y para los alimentos en el hogar, entre el 0,3 % y el 4,0 %.
Publix, Whole Foods y The Fresh Market figuran entre las cadenas de supermercados más caras de Miami y Estados Unidos, según un informe de The Takeout. REUTERS/Lucy Nicholson
The Takeout explicó que, pese a la presión sobre los presupuestos familiares, existen cadenas de supermercados que mantienen precios elevados y continúan atrayendo a una clientela fiel. Entre ellas, Whole Foods Market destaca por su enfoque en productos orgánicos y naturales, los cuales deben cumplir con estrictos estándares de calidad. La cadena, que cuenta con más de 500 sucursales en Estados Unidos y presencia en casi todos los estados, ha sido reconocida por sus ambientes espaciosos y diseños que evocan mercados boutique.
Desde que Amazon adquirió Whole Foods en 2017, la empresa ha intentado reducir su reputación de ser excesivamente costosa, apodada “Whole Paycheck” por los consumidores. Aunque se han implementado estrategias para bajar los precios y ampliar la oferta de productos de marca propia, los productos orgánicos siguen siendo más caros por naturaleza. Un estudio realizado en 2023 por el Philadelphia Inquirer concluyó que Whole Foods seguía siendo una de las dos cadenas más caras del país, basándose en el precio de una canasta de 18 productos.
Whole Foods mantiene precios elevados pese a estrategias de reducción, destacando por su oferta de productos orgánicos y naturales de alta calidad. REUTERS/Andrew Kelly
En el caso de Publix, la cadena de supermercados con sede en Florida y propiedad de sus empleados, su popularidad en el sureste de Estados Unidos resulta llamativa, dado que sus precios superan de manera notable a los de competidores como Walmart o Lidl.
The Takeout recogió testimonios de consumidores que compararon precios y encontraron diferencias significativas. Un usuario de Reddit señaló que una caja familiar de Cheez-It costaba USD 4,98 en Walmart, mientras que en Publix el precio ascendía a USD 8, lo que representa un sobreprecio del 60%.
Otro comprador relató que gastó USD 40 menos en Lidl que en Publix al adquirir productos similares, incluyendo hierbas frescas, vegetales y carne. Incluso en promociones, el precio del pollo en Publix superaba al de Lidl por USD 1. Además, algunos usuarios criticaron la política salarial de la empresa, cuestionando la relación entre los altos precios y la remuneración de los empleados. A pesar de estas críticas, Publix mantiene una base de clientes leales que continúan eligiendo la cadena.
El Servicio de Investigación Económica proyecta un aumento del 2,9% en los precios de los alimentos en 2025, con incrementos tanto en el hogar como fuera de él. (Opy Morales)
Por su parte, The Fresh Market se fundó en 1982 con la inspiración de los mercados al aire libre europeos y se ha posicionado como una tienda especializada en productos de alta calidad. Sus establecimientos, ubicados en barrios acomodados, ofrecen una amplia gama de artículos como flores frescas, quesos especiales y otros productos premium, lo que se traduce en precios elevados. En 2024, lectores de USA Today votaron a The Fresh Market como una de las mejores cadenas de supermercados del país, aunque también figura entre las más costosas.
El director ejecutivo, Larry Appel, declaró: “No buscamos ser una tienda de comestibles natural, queremos ser una tienda especializada”, según citó The Takeout. El público objetivo de la cadena son consumidores de altos ingresos que valoran la experiencia de compra y no se preocupan por pagar USD 20 por un queso o USD 50 por un asado. La empresa no oculta su estrategia de dirigirse a quienes consideran la compra de alimentos como una experiencia y están dispuestos a pagar por ello.
El informe sugiere que cambiar los hábitos de compra y optar por cadenas menos costosas puede generar ahorros significativos en el presupuesto familiar. (Opy Morales)
El informe de The Takeout también incluyó una lista de otras cadenas de supermercados consideradas entre las más caras de Estados Unidos. Entre ellas se encuentran Erewhon en California, Eataly con operaciones en Nueva York y origen en Italia, Wegmans en Nueva York, Acme Markets en Pensilvania, Harris Teeter en Carolina del Norte, Gelson’s en California y Natural Grocers en Colorado.
Estas cadenas, al igual que las mencionadas en Miami, suelen ubicarse en zonas de alto poder adquisitivo y ofrecen productos diferenciados, lo que contribuye a sus elevados precios.
El pronóstico del Servicio de Investigación Económica para 2025 indica que el ritmo de aumento de los precios de los alimentos se mantendrá en torno al promedio histórico, aunque la incertidumbre persiste debido a factores como la inflación y las tendencias de consumo. El Food Price Outlook, herramienta utilizada por el ERS, basa sus proyecciones en modelos estadísticos ajustados a las tendencias recientes y proporciona intervalos de predicción que se estrechan a medida que se dispone de más datos. Según el ERS, “el nivel anual de inflación se espera que caiga dentro de este intervalo 19 de cada 20 veces”, lo que refleja el grado de confianza en sus estimaciones.
Publix supera en precios a competidores como Walmart y Lidl, pero conserva una clientela leal a pesar de las críticas por su política salarial y costos. REUTERS/Carlos Osorio/Archivo
En este escenario, The Takeout sugiere que quienes buscan reducir sus gastos en alimentos consideren modificar sus hábitos de compra, ya que optar por cadenas menos costosas puede generar ahorros significativos. La diferencia de precios entre supermercados como Publix y Lidl, o entre Whole Foods y otras cadenas convencionales, puede representar una parte importante del presupuesto mensual de una familia. “Cambiar tus hábitos de compra puede marcar la diferencia”, destaca el medio, aludiendo a la posibilidad de ajustar el gasto en alimentación sin sacrificar la calidad de la dieta.
La tendencia de algunas cadenas a mantener precios elevados, pese a la presión inflacionaria y la competencia, se explica en parte por la lealtad de sus clientes y la percepción de que ofrecen productos superiores.