“Por favor, entraron a robar a mi casa. Hirieron a mi señora, le pegaron dos tiros en la cabeza”. Estas fueron las palabras de Juan Carlos Fideli en un desesperado llamado al 911, en lo que se creía que había sido un intento de robo en su casa de la localidad de La Tablada, partido de La Matanza. Con el correr de las horas, la causa dio un giro inesperado y ahora es el principal sospechoso del ataque.
Fideli, de 52 años, y su pareja, Jessica Fernanda Cuende, de 46, salieron a comer en la noche del jueves 5 de junio y vieron el partido de la Selección argentina ante Chile. “Cenando con mi amor. Previo al partido. Te amo”, escribió el hombre en un estado de WhatsApp a las 21.43, junto a la foto que ilustra esta nota.
La cámara de seguridad de un vecino confirmó que ambos volvieron a su casa en la calle Argentina cerca de las 6.40 del viernes.
Minutos después, Fideli llamó al 911 y aseguró que dos delincuentes entraron a robar por el balcón. Afirmó que primero le pegaron y luego fueron hasta la habitación donde estaba su esposa y le dispararon dos veces.
Luego de la breve comunicación telefónica, un patrullero llegó al lugar a las 8.15 junto con una ambulancia, que trasladó a Cuende al hospital Ballestrini.
Los médicos confirmaron que tenía un disparo en la oreja y otro en el hombro. En la actualidad, está internada en terapia intensiva.
Las pruebas que complican a Juan Carlos Fideli
El hombre insistió en que fue un intento de robo, pero los investigadores empezaron a dudar de sus dichos. La cámara de seguridad de su vecino comprobó que nadie entró ni salió de la casa en los horarios que señaló.
Al mismo tiempo, no había faltantes en la casa y las cerraduras no estaban forzadas. Uno de los datos más impactantes es que encontraron un arma de fuego y un guante en una de las habitaciones.
De hecho, Fideli aseguró que había sido golpeado, pero no le encontraron ninguna herida en el cuerpo, confiaron a TN fuentes del caso. Una vecina también contó que la mañana anterior al ataque había escuchado una fuerte discusión entre ambos.
Con todas estas pruebas, el fiscal de la causa, José Luis Maroto, de la UFI Nº 13 de La Matanza, ordenó su detención y lo imputó por “homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa”.
