Encontrar manchas blancas en las paredes es algo común que ocurre en la gran mayoría de las casas. Sin embargo, existe una que muchas veces suele confundirse con hongos o humedad, cuando en realidad se trata de un fenómeno completamente distinto.
Se trata del salitre, que tiene un aspecto polvoriento o cristalizado. Sus características hacen que se parezca a pintura desgastada y su aparición puede dañar las estructuras.
Qué es el salitre
El salitre es una acumulación de sales minerales que se filtran a través de los materiales de construcción. Aparecen cuando la humedad asciende por los muros desde el suelo, fenómeno al que se conoce como humedad por capilaridad.
Estas sales se disuelven en el agua y cuando se evaporan, se cristalizan en la superficie dando lugar a las manchas blanquecinas o grises. El salitre no solo afecta la apariencia de las paredes, sino que también puede comprometer su integridad estructural. Por eso, es fundamental identificarlo y tratarlo a tiempo.
Este tipo de problemas aparecen en zonas con alta humedad o en construcciones antiguas en las que la impermeabilización no es la adecuada.
El truco infalible para eliminar el salitre
Eliminar el salitre puede parecer una tarea complicada, pero con el método correcto, es posible deshacerse de él de manera efectiva con los siguientes pasos:
- Limpieza inicial: cepillá la zona afectada con un cepillo de cerdas duras para remover la mayor cantidad de salitre posible.
- Solución de limpieza: prepará una mezcla de agua y vinagre blanco en partes iguales. El vinagre es un ácido suave que ayuda a disolver las sales minerales.
- Aplicación: con un paño o esponja, aplicá la solución sobre la mancha y dejala actuar durante unos minutos.
- Enjuague: enjuagá la zona con agua limpia y secá bien la superficie.
- Prevención: para evitar que el salitre vuelva a aparecer, es importante mejorar la impermeabilización de las paredes y asegurarse de que no haya filtraciones de agua.
Cómo diferenciarlo de un hongo o del moho
Para diferenciarlo, se debe tener en cuenta que el salitre es blanco o grisáceo, mientras que el moho es verde o marrón. Además, su textura parece un polvo seco que se puede raspar fácilmente.
Sin embargo, la diferencia más notoria es su ubicación. El salitre suele aparecer en las zonas bajas, cerca del piso, mientras que los hongos y el moho pueden hacerlo en diferentes partes de la pared, sobre todo en techos y esquinas.
