Conocé el método simple y eficaz para devolverle el brillo a la carcasa.
Las fundas transparentes del celular, fabricadas con silicona, tienden a ponerse amarillentas con el paso del tiempo y su uso continuo. Sin embargo, existe un truco para limpiarlas y devolverse el aspecto para que parezcan como nuevas.
Se trata de una técnica súper fácil de hacer en casa y con ingredientes básicos. Solo necesitás vinagre, detergente y bicarbonato de sodio.
Cómo limpiar la funda con vinagre y bicarbonato
Mezclá partes iguales de vinagre blanco y agua tibia en un recipiente.
Sumá tres gotas de detergente y mezclá bien.
Sumergí la funda durante 2 minutos.
Espolvoreá bicarbonato sobre ambos lados y frotá con un cepillo de dientes viejo durante 30 segundos por lado.
Enjuagá con agua fría y secá con un paño de microfibra.
¿Por qué se ponen amarillas las fundas del celular?
Estas fundas clásicas suelen estar hechas de polímeros que, al entrar en contacto con el aire y la radiación solar, tienden a cambiar de color y perder el brillo.
El truco es usar bicarbonato, detergente y vinagre. (Foto: ChatGPT)
Otra solución: agua oxigenada
Si la funda está en pésimas condiciones, podés solucionarla con agua oxigenada.
Colocá la funda en un recipiente y cubrila con agua oxigenada.
Dejala reposar durante 30 minutos a la luz natural, pero sin sol directo.
Enjuagá y secá bien.
Consejos para evitar que la funda se ponga amarilla
No la dejes al sol directo, sobre todo en el auto o cerca de ventanas.
Mantené el celular lejos de fuentes de calor.
Limpiá la funda una vez por semana con un paño húmedo y jabón suave.
El CONICET se unió a una empresa privada a fin de estudiar las condiciones ambientales donde se produce el cultivo natural de mejillones y otras zonas de posible desarrollo de esta incipiente industria. La especie es autóctona del canal Beagle y ofrece un gran potencial en la producción acuícola para la región.
La investigación está a cargo de un equipo de especialistas del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET) de la ciudad de Ushuaia, liderado por la científica del Consejo Irene Schloss, experta en oceanografía biológica.
La iniciativa se desarrolla en el marco de un Servicio Tecnológico de Alto Nivel (STAN) pedido por la empresa Newsan Food, que desde hace 15 años se dedica a la producción pesquera en la provincia de Tierra del Fuego y en los últimos cinco años comenzó con la industria acuícola orientada al abastecimiento del mercado interno.
En los últimos cinco años Newsan Food comenzó con la industria acuícola orientada al abastecimiento del mercado interno (CADIC, CONICET)
Vale recordar que en febrero pasado la firma puso en marcha la primera producción nacional de mejillones a escala industrial, inicialmente destinada al mercado interno. La operación inaugural incluyó el envío de 10 toneladas a Buenos Aires. En total, el plan de inversiones prevé un desembolso de USD 17 millones para consolidar el proyecto.
“Este paso marca el comienzo de una expansión productiva que posicionará a la empresa en el mercado internacional de moluscos, consolidando su presencia en la industria pesquera”, habían afirmado desde la compañía. La iniciativa se inscribe en la ampliación de la matriz productiva, iniciada a partir de la comercialización de truchas y langostinos.
En el país, el consumo anual de mejillones se ubica entre 300 y 400 toneladas, abastecidas en su totalidad con importaciones desde Chile. Frente a este escenario, Newsan Food planteó como primer objetivo reemplazar ese volumen con producción local.
Luego, la idea es principalmente exportar a Estados Unidos, Comunidad Económica Europea y Rusia. Se planean enviar al exterior unas 7.500 toneladas y comercializar otras 500 en el mercado interno. Explican que por sus características más salvajes, el mejillón argentino es de mejor calidad. Además, al no haber salmoneras, el ambiente es más natural.
“Los mejillones son organismos marinos sensibles que requieren condiciones ambientales óptimas para crecer y prosperar. Por lo tanto, comprender y evaluar el entorno en el que se planea realizar su cultivo es fundamental para el éxito a largo plazo de la actividad productiva”, señaló Schloss.
El estudio se realiza a través de la medición y análisis de variables ambientales y biológicas clave, como la temperatura del agua, salinidad, concentración de oxígeno, de amonio, de clorofila y presencia y caracterización del fitoplancton, que constituye el alimento de los mejillones, con énfasis en la presencia de especies productoras de toxinas (marea roja) para determinar condiciones que puedan ser favorables para el cultivo de estos organismos.
El estudio se realiza a través de la medición y análisis de variables ambientales y biológicas clave (CADIC, CONICET)
Al respecto, Schloss consideró que “estudiar el ambiente marino del canal Beagle es importante por muchas razones, pero además es bueno ver que esos estudios puedan tener un impacto real en las actividades productivas de la región más austral del continente”.
La bióloga destacó las capacidades técnicas y científicas para generar información útil tanto para el sector público como para las empresas: “Cuando se trabaja en conjunto, todos ganamos, se toman mejores decisiones y la ciencia vuelve a la sociedad de manera concreta”, señala. El proyecto está diseñado en un plazo total de doce campañas, que finalizarán en octubre.
(CADIC, CONICET).
Por su parte, Fabio Delamata, gerente de Newsan Food, dijo que “el objetivo de la empresa es realizar un estudio del ambiente marino para consolidar la creación de un polo de desarrollo acuícola, con base sostenible, cuidado del medio ambiente y proyección industrial. Trabajar junto al CONICET es ir acompañando trabajo con datos e información, para así llegar a un resultado sólido, certero y a largo plazo”.
“Los resultados proyectan oportunidades económicas para la comunidad local mediante la generación de empleo, fortaleciendo la conciencia ambiental, como una alternativa para la diversificación de la matriz productiva y promoviendo la sostenibilidad del desarrollo mitícola en Almanza, una localidad situada sobre la costa del Canal Beagle a 75 km de Ushuaia”, aseguraron desde el CONICET.
Un dispositivo que combina sonido, electrocardiograma y análisis on line tendría capacidad para identificar problemas graves antes de que se conviertan en emergencias.
El estetoscopio, creado en 1816, es una pieza central en la medicina clínica. Hoy, una innovación tecnológica lo convierte en un aliado renovado para la salud cardiovascular. Se trata de una versión equipada con inteligencia artificial (IA) capaz de analizar en segundos el sonido del corazón, registrar un electrocardiograma y procesar los datos con algoritmos entrenados en miles de pacientes.
El dispositivo reemplaza la tradicional campana por un sensor del tamaño de una carta de naipes que se coloca en el pecho. Allí capta señales eléctricas y acústicas del corazón, que luego son enviadas a la nube. La IA interpreta esas señales y envía el resultado al teléfono del médico en apenas 15 segundos.
Según explicó la Dra. Sonya Babu-Narayan, directora clínica de la British Heart Foundation: “Necesitamos innovaciones como estas, que permitan la detección temprana de la insuficiencia cardíaca, porque muy a menudo esta afección solo se diagnostica en una etapa avanzada cuando los pacientes acuden al hospital como emergencia”.
Qué enfermedades logra detectar el estetoscopio con IA
La tecnología no solo escucha lo que un oído entrenado no alcanza a distinguir, sino que además interpreta patrones invisibles a simple vista. Los estudios realizados en más de 12.000 pacientes en Londres demostraron que quienes fueron evaluados con el dispositivo tuvieron:
2,33 veces más probabilidades de recibir diagnóstico temprano de insuficiencia cardíaca.
3,45 veces más probabilidades de detectar fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco que eleva el riesgo de accidente cerebrovascular.
1,92 veces más probabilidades de identificar valvulopatías, es decir, alteraciones en el funcionamiento de las válvulas cardíacas.
El Dr. Mihir Kelshiker, parte del equipo investigador del Imperial College London, señaló: “A la mayoría de las personas con insuficiencia cardíaca, solo se les diagnostica la patología cuando llegan a urgencias gravemente enfermas. Este ensayo demuestra que los estetoscopios con IA podrían cambiar esta situación”.
Una herramienta pensada para la atención primaria
La gran diferencia de este avance es que permite llevar la detección al consultorio médico, sin necesidad de estudios complejos ni esperas prolongadas. En una consulta de rutina, el profesional podría anticipar problemas que, de otro modo, aparecerían en un estadio avanzado.
Investigadores del Imperial College de Londres probaron el estetoscopio en más de 12.000 pacientes. (Foto: Adobe Stock)
El Dr. Patrik Bachtiger, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College, lo resume así: “Es increíble que un estetoscopio inteligente pueda usarse para un examen de 15 segundos y que luego la IA pueda entregar rápidamente un resultado que indique si alguien tiene insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular o enfermedad de la válvula cardíaca”.
Los investigadores resaltan que esta tecnología ya está disponible en algunos consultorios de cabecera en el Reino Unido y planean extenderla a más regiones. Para la Argentina, donde las enfermedades cardiovasculares representan una de las principales causas de muerte, su llegada podría significar un cambio relevante en la prevención y el tratamiento temprano.
Después de los 60 años, es importante mantenerse activo. Hacer alguna actividad física es lo que recomiendan los especialistas a personas de todas las edades, caminar es una de las opciones y en los últimos tiempos se viene debatiendo mucho acerca de la cantidad de pasos que debemos dar a diario para mantenernos en forma y favorecer la salud.
Sin embargo, cada vez hay más evidencias científicas que señalan que no solo importa la distancia recorrida, sino la velocidad a la que la recorremos y un nuevo estudio realizado por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago reveló que caminar más rápido puede mejorar la salud de los adultos mayores frágiles.
Una caminata en grupo es una buena opción. (Foto: Adobe Stock)
Es bien sabido que en los adultos mayores es importante mantenerse activo para evitar la fragilidad, una condición médica que los hace más vulnerables a sufrir caídas u otros accidentes en situaciones cotidianas. Entre los signos que pueden alertar de un estado de fragilidad se destacan:
Pérdida de peso sin razón conocida.
Lentitud de movimientos.
Sensación de debilidad.
Cansancio persistente.
Escasez de actividad física.
La mayoría de ellos está relacionada con el nivel de actividad, por lo que caminar puede ser una forma muy eficaz de mejorar la salud física y mantener la independencia durante más tiempo.
El ritmo al que hay que caminar
Si bien generalmente se usaba lo que se conoce como la “prueba del habla” para medir la intensidad del paseo y que sugiere caminar a un ritmo en el que resulte difícil cantar, pero aún sea posible mantener una conversación con comodidad, esta medida es subjetiva y no siempre resulta fácil de aplicar.
Los resultados del nuevo estudio se publicaron en PLOS One y demostraron que caminar un poco más rápido –concretamente, dando 14 pasos más por minuto de lo habitual– puede mejorar de forma significativa la condición física de personas mayores frágiles o en riesgo de serlo. La cadencia al caminar o cantidad de pasos por minuto es una manera práctica y clara de medir la intensidad del ejercicio.
En un análisis complementario a un ensayo clínico controlado, el doctor Daniel Rubin, de UChicago Medicine, y su equipo trabajaron con personas mayores consideradas frágiles o en riesgo de serlo, que participaron en programas de caminata organizados en sus residencias, bajo la supervisión de personal especializado. Todos llevaban dispositivos en el muslo que registraban su cadencia al caminar, algunos grupos caminaban a su ritmo habitual y otros eran animados a caminar “tan rápido como les resultara seguro”.
Los investigadores comprobaron así que quienes aumentaron su ritmo al caminar en al menos 14 pasos por minuto –hasta alcanzar unos 100 pasos por minuto– experimentaron una notable mejoría en su capacidad funcional, algo que se midió por la distancia que podían recorrer en una prueba estandarizada. “Las personas que no han experimentado la fragilidad no pueden imaginar la gran diferencia que supone no cansarse al ir al supermercado o no tener que sentarse mientras están afuera”, dijo Rubin.