El hombre vive en Holanda y estaba de vacaciones en Río de Janeiro. Denunció haber sido víctima del “golpe del posnet” tras ser distraído por vendedores ambulantes.
Un turista argentino de 41 años, que actualmente reside en Países Bajos, fue víctima de una estafa durante sus vacaciones en Río de Janeiro, Brasil.
El lunes, mientras disfrutaba de la playa en el famoso Posto 9 de Ipanema, fue víctima del conocido “golpe da maquininha”. Se trata de un método de estafas con posnet,donde terminó pagando más de 19.000 reales (3400 dólares) por un simple paquete de cigarrillos.
Según denunció el propio visitante, todo comenzó cuando un vendedor ambulante le ofreció un paquete de cigarrillos por 55 reales.
Al momento de pagar con su tarjeta sin contacto, otro vendedor se acercó y lo distrajo con una charla. En ese instante, aprovecharon para cargarle el monto exorbitante en la tarjeta, sin que él se diera cuenta.
Solo después de concretar la compra, el argentino se dio cuenta del engaño y pidió ayuda a los agentes del Grupo de Apoyo a los Turistas de la Guarda Municipal.
El turista argentino presentó la denuncia tras ser víctima de una estafa con un posnet. (Foto: gentileza g1).
Los efectivos lo acompañaron hasta la División de Asistencia al Turista (Deat), donde realizó la denuncia por estafa, indicó el sitio g1.
Hasta el momento, no trascendió si los responsables del engaño fueron identificados o detenidos.
Cómo funciona el “golpe de la maquinita” y por qué hay que estar atentos
El “golpe de la maquinita” es una modalidad de estafa que se repite en destinos turísticos de Brasil y otras partes del mundo.
Los delincuentes aprovechan la distracción de los turistas al momento de pagar con tarjeta y, en vez de cobrar el monto real, ingresan cifras mucho más altas en el posnet o la terminal de cobro.
En muchos casos, la maniobra se realiza en segundos y suele estar acompañada por la intervención de un cómplice que distrae a la víctima.
Por eso, las autoridades recomiendan verificar siempre el monto antes de autorizar el pago y no perder de vista la tarjeta.
Qué hacer si sos víctima de una estafa en el exterior
Ante una situación similar, es fundamental realizar la denuncia de inmediato en la comisaría o dependencia policial más cercana.
Además, se recomienda contactar al banco emisor de la tarjeta para intentar frenar o desconocer la operación.
El caso del turista argentino en Río de Janeiro vuelve a poner en agenda la importancia de extremar los cuidados al momento de realizar pagos electrónicos, especialmente en zonas turísticas donde los estafadores suelen estar al acecho.
El nene fue encontrado por dos jóvenes que pasaban por el lugar. Fue trasladado a un hospital local y está fuera de peligro.
Un bebé recién nacido fue abandonado dentro de una bolsa cerrada en un pastizal de la localidad de Bernal. El menor fue encontrado por dos chicas que pasaban por el lugar y que luego lo trasladaron al hospital local.
Todo sucedió durante la noche del martes sobre la avenida Monteverde, entre las calles 886 y 887, partido de Quilmes, al límite con Florencio Varela.
Según pudo saber TN, la mujer sospechada estaba acompañada por un hombre, pero minutos después se separaron. Fue entonces cuando ella metió al recién nacido en una bolsa de tela y comenzó a caminar.
En determinado momento llegó hasta la avenida, dio algunas vueltas en la misma cuadra y terminó dejando al bebé en el piso. Tras ello, escapó.
Poco después, dos chicas que pasaban caminando escucharon el llanto del chiquito y se acercaron al pastizal. Al abrir la bolsa dieron con la estremecedora escena.
El momento en el que la mujer deja al bebé en una bolsa sobre un pastizal. (Video: Facebook Diario San Francisco)
Cristina, la vecina que aportó las imágenes del momento del abandono, habló con TN y dio detalles de la situación: “Cuando los vimos nos dimos cuenta de lo que había sucedido y empezamos a difundir los videos, no podía creer lo que había pasado”, expresó con asombro.
“La chica iba y venía, no estaba segura en tirarlo, paso como dos o tres veces, y después, en un ínterin, lo tiró en un pastizal. Lo dejó con la bolsa que parecía las compras, ni a un perro se deja tirado así”, lamentó conmovida.
Las jóvenes que encontraron al pequeño enseguida le pidieron ayuda a una vecina y luego lo trasladaron al Hospital Oller en un patrullero del Comando de Patrullas de Quilmes, donde permanece internado en neonatología, pero fuera de peligro.
La vecina asegura que ella llamó a la Policía este miércoles para aportar las imágenes de las cámaras que tomaron el momento, pero los efectivos nunca se acercaron ni le solicitaron la filmación.
Sobre la mujer que abandonó al recién nacido, las grabaciones la muestran siempre encapuchada y no se alcanza a verle la cara. Es por eso que todavía no se logró establecer su identidad.
En el caso intervienen la Dirección de Minoridad y la Fiscalía de turno para determinar el origen del bebé y dar con la persona responsable de haberlo abandonado.
La empleadora lo había contratado en noviembre pasado a partir de recomendaciones. Sin embargo, la mujer encontró el transporte abandonado, cerrado y sin llave en una playa.
Un hombre fue imputado en Salta tras amenazar con un cuchillo a su jefa durante su primer día de trabajo como conductor de un camión de fletes.
El violento episodio ocurrió en la ciudad de Colonia Santa Rosa, cuando el hombre de 45 años terminaba su primera jornada laboral en la nueva empresa.
Según informó el Ministerio Público Fiscal de Salta, el acusado había sido contratado para realizar tareas de transporte, pero al finalizar el recorrido del día no rindió la totalidad del dinero cobrado.
De acuerdo a lo publicado por Noticias Argentinas, la empleadora explicó que la contratación se había concretado en noviembre pasado a partir de recomendaciones.
Sin embargo, tras el primer viaje perdió todo contacto con el conductor y no volvió a saber nada ni del camión ni del dinero que debía recaudar por los fletes.
El acusado fue imputado por “retención indebida y amenazas con arma, en concurso real”. (Foto: gentileza Noticias Argentinas)
Horas más tarde, la mujer encontró el transporte abandonado, cerrado y sin llave en una playa de Colonia Santa Rosa. Ante esa situación, se retiró del lugar y regresó luego con herramientas para poder abrir el rodado.
Al volver, encontró al hombre en el interior del camión y fue en ese momento cuando ocurrió la agresión en la que la mujer fue amenazada con un cuchillo.
Tras el llamado de emergencia, personal policial intervino, aprehendió al acusado y secuestró el cuchillo utilizado en la intimidación.
Por este episodio, la fiscal María Sofía Fuentes lo imputó de manera provisional por los delitos de “retención indebida y amenazas con arma, en concurso real”, y solicitó que el acusado permanezca detenido mientras avanza la investigación.
Mientras muchos celebran, otros atraviesan uno de los momentos más frágiles del año. Esta época puede reactivar consumos, apuestas y recaídas en personas en tratamiento.
Las Fiestas de Fin de Año suelen asociarse con mesas largas, brindis repetidos y una promesa de alegría compartida. Pero esa postal no es universal. Para muchas personas, diciembre no es sinónimo de celebración sino de riesgo, recaída y soledad. En un contexto de crisis económica, endeudamiento y vínculos tensos, las adicciones encuentran un terreno especialmente fértil.
Alcohol, juego compulsivo y consumo problemático no aparecen de la nada. Se activan en escenarios donde las emociones se intensifican, las rutinas se rompen y el acceso al placer inmediato se vuelve constante. En ese cruce, las fiestas funcionan muchas veces como detonante.
Las fiestas como disparador emocional
“No hay un momento exacto en el que la enfermedad se dispare”, explica la licenciada Luciana Giordano, terapeuta (M.N. 51.670) y operadora socioterapéutica en adicciones. “Pero puede haber situaciones puntuales en las que la persona se siente sola, apremiada o atravesada por un contexto económico difícil. En esos momentos, la enfermedad puede activarse”.
La especialista aclara que no toda persona que bebe o apuesta durante las fiestas tiene una adicción. La diferencia está en una característica central: la imposibilidad de parar. “Una persona puede jugar de forma recreativa. El adicto no. Una vez que empieza, no puede detenerse”, señala.
Según Giordano, la adicción es una enfermedad atravesada por el autoengaño. El ludópata, por ejemplo, siempre cree que va a ganar, incluso cuando está perdiendo. Ese pensamiento no es ingenuo: responde a un mecanismo cerebral muy concreto.
Qué pasa en el cerebro del adicto
La adicción tiene un fuerte componente neurobiológico. Al consumir —ya sea una sustancia o una conducta como el juego— el cerebro libera dopamina, un neurotransmisor clave en la motivación, el placer, el aprendizaje y la memoria. “Se la conoce como la molécula de la felicidad porque genera placer inmediato”, explica Giordano.
El problema aparece cuando ese sistema de recompensa se hiperactiva. “El exceso de dopamina produce un desbalance con otros neurotransmisores. Muchas veces hay déficit de serotonina, que es fundamental para el equilibrio emocional”, detalla. Ese desequilibrio afecta el estado de ánimo, la atención y el control de impulsos.
Las fiestas pueden intensificar emociones y romper rutinas clave para la recuperación. (Foto: Adobe Stock)
Además, cuando una persona con adicción vuelve a consumir, se reactiva una zona de la memoria llamada memoria recalcitrante crónica. “Es como una llamita que estaba casi apagada. Cuando el adicto consume, esa llama se enciende y la red neuronal vuelve a activarse. Ahí se explica por qué no puede parar”, señala.
Este mecanismo hace que las recaídas no sean un “fracaso moral”, sino parte de un trastorno complejo que requiere tratamiento integral y sostenido.
Ludopatía, deudas y riesgo vital
En los últimos años, la ludopatía creció de manera alarmante, especialmente entre jóvenes y adolescentes. El acceso fácil a apuestas online, disponibles las 24 horas y muchas veces sin regulación efectiva, acelera el desarrollo de la adicción. “Es un trastorno creciente, sobre todo en población joven. En la Argentina, se habla de que cerca del 10% de la población tiene problemas con el juego online”, advierte Giordano.
Las consecuencias no son solo económicas. Endeudamiento, conflictos familiares, robos, aislamiento social y deterioro de la salud mental forman parte del cuadro. En muchos casos, el sufrimiento se profundiza durante las fiestas, cuando el contraste entre la expectativa social de alegría y la realidad personal se vuelve más cruel.
La dopamina explica el placer inmediato, pero también la dificultad para detenerse. (Foto: Adobe Stock)
Sobre este punto, Liliana Augusto, técnica universitaria en Prevención y Asistencia de las Adicciones, suicidóloga y presidenta de la Red Mundial de Salud Mental y Suicidio, advierte que estas fechas pueden convertirse en una verdadera trampa. La combinación de tiempo libre, alcohol, emociones intensas, presión social y acceso permanente a plataformas de apuestas crea un escenario de alto riesgo.
Augusto subraya que la ludopatía no es un vicio ni una falta de voluntad, sino una enfermedad reconocida, que puede derivar en depresión severa y conductas suicidas. El endeudamiento extremo y la sensación de haberlo perdido todo suelen aparecer como factores críticos.
Las recaídas y el rol de la familia
En las fiestas, muchas familias intentan “controlar” al adicto: esconden botellas, vigilan el dinero o bloquean accesos. Sin embargo, Giordano es clara: “El familiar no puede hacer nada para evitar la recaída. De hecho, controlar o encubrir fortalece la enfermedad”.
Lo que sí puede hacer la familia es actuar en consecuencia y dejar de sostener situaciones que dañan a todos. “La recuperación implica que el adicto enfrente las consecuencias de sus actos. Y la familia también necesita tratamiento”, señala.
La especialista remarca la importancia de los dispositivos de recuperación, como Jugadores Anónimos, Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos y los grupos para familiares como Al-Anon y Nar-Anon. “La adicción es una enfermedad familiar. Todos son afectados y todos necesitan aprender nuevas conductas”, afirma.
Durante las fiestas, el riesgo existe. Pero también existe la posibilidad de acompañar desde otro lugar: sin negar el problema, sin romantizar el consumo y sin reducirlo a una “excepción navideña”.
Las fiestas no son iguales para todos. Para algunos, diciembre es alegría. Para otros, es resistencia. Entender que detrás de una recaída hay un cerebro alterado, un contexto hostil y un dolor profundo no justifica el daño, pero sí abre la puerta a una conversación más honesta y urgente sobre salud mental, adicciones y cuidado real.