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Bienestar

Dopamina y endorfina: cómo influyen en el bienestar y qué hacer para estimularlas de forma natural, según expertos

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Estas sustancias químicas pueden trabajar juntas. Especialistas consultados por Infobae analizaron cómo se producen y las advertencias a tener en cuenta

Dopamina y endorfina se destacanDopamina y endorfina se destacan entre las hormonas de la felicidad por su impacto directo en el placer y el bienestar cotidiano (Imagen ilustrativa Infobae)

Según Cleveland Clinic, “las endorfinas ayudan de forma natural a aliviar el dolor muscular de un corredor. Luego, se libera dopamina, lo que produce la euforia del corredor. La dopamina te motiva a hacer algo una y otra vez. Por lo tanto, las endorfinas y la dopamina trabajan juntas”.

Expertos consultados por Infobae analizaron cómo estimular estas sustancias químicas naturalmente, siempre bajo la supervisión profesional y teniendo en cuenta medidas preventivas.

El doctor Claudio Waisburg, médico neurólogo y neurocientífico y director del Instituto Soma (MN 98128) explicó a Infobae que la dopamina y la endorfina contribuyen enormemente a cómo nos sentimos cada día. “En palabras sencillas, actúan como mensajeros de felicidad en el organismo”, explicó el médico.

La dopamina se libera cuandoLa dopamina se libera cuando disfrutamos de una comida o alcanzamos una meta y nos impulsa a repetir lo que nos da placer (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y agregó: “La dopamina es conocida como el neurotransmisor del placer y la motivación. Cada vez que hacemos algo que disfrutamos (como comer algo rico o lograr una meta), el cerebro libera dopamina, generando esa sensación de recompensa que nos invita a repetir la experiencia”.

Por otra parte, las endorfinas “se liberan ante el ejercicio físico, la risa o incluso al dar un abrazo, con el contacto físico, ayudan a calmar el dolor y el estrés y brindan una sensación de bienestar y relajación”.

“Cada una cumple un rol importante y, en combinación, generan esa sensación de felicidad. Es decir, la dopamina nos proporciona placer inmediato y motivación, mientras que las endorfinas nos dan calma y alivio, y ambas contribuyen a que experimentemos bienestar físico y emocional”, describió el doctor Waisburg.

Acciones como hacer ejercicio, reírAcciones como hacer ejercicio, reír o abrazar a alguien disparan la liberación natural de endorfinas ( Imagen Ilustrativa Infobae)

Algunos alimentos también favorecen la producción de dopamina y endorfinas. La dopamina se genera a partir de la síntesis de los aminoácidos tirosina o fenilalanina, que cumplen una función relevante en la motivación, la energía y el bienestar general.

La licenciada Natalia Antar, nutricionista del Hospital Británico y de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (MN 8271, MP 4226), explicó a Infobae que la alimentación cumple un rol clave porque aporta los nutrientes necesarios para fabricar neurotransmisores y hormonas que regulan el estado de ánimo.

“La dopamina, por ejemplo, se sintetiza a partir de aminoácidos presentes en las proteínas (como la tirosina), además de necesitar vitaminas y minerales como hierro, ácido fólico y vitamina B6”, señaló la experta.

Y sumó: “Las endorfinas se activan más por situaciones placenteras (ejercicio, risa, música), pero ciertos alimentos pueden estimularlas, como el chocolate amargo o comidas que nos resultan reconfortantes. En resumen, lo que comemos no sólo nutre el cuerpo, también ‘alimenta’ el sistema nervioso y nuestras emociones”, destacó la licenciada Antar.

La dopamina es fantástica para sentirnos bien, pero en exceso puede volverse un arma de doble filo, señaló Waisburg.

“Una respuesta en ‘modo dopamina’ constante puede tener pros y contras: a corto plazo este neurotransmisor nos impulsa, mejora nuestro estado de ánimo e incluso nos motiva a ser competitivos y alcanzar metas personales. Sin embargo, si vivimos buscando estímulos placenteros todo el tiempo, el efecto puede volverse un boomerang”, advirtió Waisburg.

Y completó: “Tener demasiada dopamina circulando podría inhibir la serotonina, que es la sustancia asociada con la felicidad duradera y la calma. Por eso, si solo perseguimos placeres instantáneos, podríamos ir paradójicamente saboteando nuestra propia felicidad en el largo plazo”.

Alimentos que generan dopamina y endorfinas

Las frutas coloridas contienen antioxidantesLas frutas coloridas contienen antioxidantes que protegen las neuronas y favorecen la comunicación cerebral (Imagen ilustrativa Infobae)

La licenciada Antar explicó que hacer la combinación de alimentación y estilo de vida (ejercicio, reír, escuchar música, meditar, compartir con otros y dormir bien) es lo que realmente potencia las “hormonas de la felicidad”. Y recomendó los siguientes alimentos:

  • Pescado, huevo, legumbres, pollo, lácteos: las proteínas de calidad aportan tirosina y triptófano, precursores de dopamina y serotonina.
  • Chocolate amargo (mínimo 70% de cacao): estimula endorfinas y serotonina. Además, el cacao en el chocolate negro es rico en feniletilamina, un compuesto que mejora el estado de ánimo y aumenta los niveles de dopamina.
  • Frutas y verduras coloridas: por ejemplo, arándanos, frutillas, cítricos, espinaca, remolacha, ya que contienen antioxidantes que protegen las neuronas y favorecen la comunicación cerebral.
Una dieta variada, con alimentosUna dieta variada, con alimentos que contengan omega-3 favorece las hormonas del bienestar (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Omega-3: presente en pescados grasos, semillas de chía, lino, nueces, porque mejora la plasticidad neuronal y la producción de neurotransmisores. Los pescados grasos son el salmón, la caballa y el atún, entre otros.
  • Vitaminas del grupo B y magnesio: incluidos en los cereales integrales, legumbres, frutos secos y hojas verdes porque son necesarios para la síntesis de dopamina.
  • Almendras: son una excelente fuente de tirosina, el aminoácido precursor de la dopamina. También proporcionan magnesio, un mineral que se ha asociado con la regulación de los receptores de dopamina.
  • Té verde: aporta L-teanina, un aminoácido que interviene en la liberación de dopamina. También es fuente de antioxidantes que benefician la salud cerebral.

Actividades saludables para aumentar las hormonas del bienestar

La dopamina y endorfina sonLa dopamina y endorfina son mensajeros internos de felicidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Se puede entrenar el cerebro para ser feliz? “La buena noticia desde la neurociencia es que sí podemos hacerlo”, dijo Waisburg. “Esto es posible gracias a la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para adaptarse y formar nuevas conexiones a lo largo de la vida. En otras palabras, nuestras neuronas pueden reorganizarse cuando practicamos hábitos saludables, reforzando los circuitos de la felicidad”, dijo Waisburg.

Y agregó: “Olvidemos las fórmulas mágicas. Nuestro cerebro es como un músculo: se construye día a día con hábitos de campeón. Esto significa que, con pequeñas acciones cotidianas, fomentamos la liberación equilibrada de dopamina, endorfinas y otras hormonas, aumentando nuestro bienestar vital de forma sostenida”.

A continuación, el doctor Waisburg brindó un “menú” de actividades naturales y saludables para elevar los niveles de dopamina y endorfinas diariamente, sin necesidad de recurrir a nada externo:

La actividad física regular estimulaLa actividad física regular estimula la liberación de endorfinas, ayuda a reducir el estrés y mejora el estado de ánimo de manera natural ( Imagen Ilustrativa Infobae)

1. Mover el cuerpo regularmente: “La actividad física es una de las mejores recetas para sentirnos bien. Hacer ejercicio aeróbico (como caminar, andar en bicicleta, bailar) libera endorfinas, conocidas por generar esa sensación placentera de “runner’s high” o euforia post-ejercicio. Incluso algo tan simple como una caminata de 30 minutos puede subir nuestras endorfinas y otras hormonas del bienestar, mejorando el ánimo y reduciendo el estrés. Además, el ejercicio frecuente regula la dopamina de forma saludable y fortalece el cerebro, estimulando la creación de nuevas conexiones neuronales y protegiéndolo del deterioro”, explicó el médico.

2. Reír y disfrutar de momentos positivos: “¡La risa es medicina para el cerebro! Cuando sonreímos o nos reímos a carcajadas, desencadenamos la liberación de endorfinas y también de algo de dopamina”, señaló Waisburg.

Y añadió: “¿Notaste que después de ver una buena comedia o de charlar con amigos y reír, te sientes más liviano y de buen humor? No es casualidad: la risa actúa como antídoto contra los pensamientos negativos, creando un círculo virtuoso de positividad. Por eso, incluir en tu día momentos para el humor, el juego y el disfrute (ver un video gracioso, compartir anécdotas divertidas) ayudará a tu cerebro a bañarse en químicos de la felicidad de forma natural”, destacó el doctor.

El contacto físico y losEl contacto físico y los vínculos afectivos, como abrazar o compartir tiempo con seres queridos, fortalecen la liberación de dopamina y endorfinas (Imagen Ilustrativa Infobae)

3. Contacto físico y vínculos afectivos: Los abrazos, besos y muestras de cariño también son parte de este menú del bienestar.

“El contacto físico cercano estimula la liberación de endorfinas, dopamina e incluso oxitocina, fortaleciendo nuestras emociones positivas. Por ejemplo, un abrazo cálido o un beso no solo reconfortan emocionalmente, sino que biológicamente producen una ‘tormenta química’ beneficiosa para el cerebro, que llena de amor, placer y seguridad. Cultivar relaciones cercanas y afectuosas, sea con la pareja, familia o amigos, mantiene altos estos químicos de la felicidad y nos hace sentir más acompañados y seguros en el día a día”, señaló Waisburg.

4. Lograr pequeñas metas y actividades creativas: “Cada vez que cumplimos un objetivo (aunque sea pequeño, como terminar un libro o cocinar una nueva receta), nuestro cerebro nos recompensa con un pulso de dopamina. Esto nos da satisfacción y motivación para seguir adelante. Por eso es útil ponernos pequeñas metas diarias o semanales: desde aprender algo nuevo hasta ordenar un espacio de la casa, cualquier logro puede aportar ese chispazo motivador”, dijo Waisburg.

Alcanzar metas favorece la liberaciónAlcanzar metas favorece la liberación de dopamina, lo que incrementa la satisfacción personal y la motivación para nuevos desafíos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Asimismo, afirmó que realizar actividades creativas o desafiantes (tocar un instrumento, pintar, armar un rompecabezas) mantiene al cerebro comprometido y genera placer por el proceso, liberando dopamina de forma equilibrada. “Estas dosis moderadas de dopamina nos impulsan a ser activos y curiosos, sin caer en excesos”, afirmó.

5. Descanso adecuado, alimentación y mindfulness: “Cuidar el cuerpo es cuidar el cerebro. Dormir lo suficiente y tener un sueño reparador asegura que los niveles de neurotransmisores se restablezcan correctamente cada día. Hay que tener en cuenta que la falta de descanso puede desequilibrar tanto la dopamina como las endorfinas y hacernos más propensos al malhumor o la ansiedad”, indicó Waisburg.

Finalmente, el neurocientífico recomendó: “No es cuestión de un día para el otro, sino de ir incorporando estos hábitos saludables al menú diario cerebral. Al hacerlo, estamos estimulando la liberación natural de dopamina y endorfinas de manera balanceada, lo que redunda en un mayor bienestar físico y emocional. No hay fórmulas mágicas, pero podemos activar nuestro ‘poder cerebral’ y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Nuestro cerebro nos lo agradecerá con más momentos de felicidad cotidiana”, concluyó el experto.

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Bienestar

Muerte súbita: una empresa argentina quiere masificar el acceso al DEA con un modelo de suscripción

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Desarrollaron un nuevo modelo para alquilar desfibriladores automáticos a un precio accesible, pensando en Pymes, oficinas y clubes.

La muerte súbita es la pérdida inesperada de la función cardíaca, respiratoria y cerebral, que ocurre repentinamente en una persona aparentemente sana. Desde que comienza el cuadro, hasta que se desencadena, transcurre alrededor de una hora y de no tratarse rápidamente puede llevar al fallecimiento del paciente. Los especialistas indican que por cada minuto que transcurre se pierde un 10% de probabilidad de sobrevivir.

En Argentina se producen 40.000 muertes súbitas al año, según las organizaciones cardiológicas, lo que equivale a un caso cada mil habitantes, por lo cual, diferentes organismos internacionales recomiendan y distintas regulaciones locales obligan a los establecimientos concurridos a contar al menos con un desfibrilador automático (DEA). Sin embargo, el elevado costo de equipos, que pueden valer más de 2.000 dólares, los convierte en una inversión que no todas las organizaciones pueden llevar adelante.

Es importante saber RCP debido a que el 70% de las muertes súbitas ocurren fuera de los hospitales. (Foto: Adobe Stock)
Es importante saber RCP debido a que el 70% de las muertes súbitas ocurren fuera de los hospitales. (Foto: Adobe Stock)

Ahora, en una empresa argentina crearon un nuevo modelo de suscripción para dar respuesta a una emergencia invisible: la muerte súbita. Con el fin de brindar una solución a esta problemática, la empresa desarrolló un modelo que le permite a las organizaciones contar con un DEA sin tener que invertir y comprar el equipo, bajo un modelo de suscripción similar al de una plataforma, que incluye capacitación y mantenimiento a un bajo costo mensual.

El RCP y el DEA

El RCP es un procedimiento de emergencia vital que se realiza cuando una persona dejó de respirar o su corazón dejó de latir. Es una combinación de compresiones torácicas y respiración boca a boca para mantener la circulación de sangre oxigenada hasta que se pueda restablecer la respiración y los latidos cardíacos.

Por su parte, el DEA es un dispositivo médico que analiza el ritmo cardíaco y, si es necesario, administra una descarga eléctrica para intentar restablecer un latido normal. Los DEA son fáciles de usar y están diseñados para que cualquier persona, sin ningún tipo de formación médica, pueda aplicarlo en situaciones de emergencia.

Se puede prevenir la muerte súbita, pero no se puede evitar. (Foto: Adobe Stock).
Se puede prevenir la muerte súbita, pero no se puede evitar. (Foto: Adobe Stock).

Marcelo Filiberti, Secretario de la Red Nacional de RCP y Prevención de Muerte Súbita de la Federación Argentina de Cardiología destaca: “El 70% de las muertes súbitas son fuera del ámbito hospitalario. Desafortunadamente, es más común de lo que la gente cree y deberíamos estar todos preparados para asistir a un paciente, tanto con maniobras de RCP como con el uso de una herramienta fundamental como es el DEA”.

Una herramienta tan esencial para salvar vidas
Una herramienta tan esencial para salvar vidas

Para los especialistas, implementar ambas medidas puede ser vital dado que la combinación de RCP inmediata y desfibrilación temprana puede elevar las tasas de recuperación hasta un 70%. En el caso del DEA, tanto entidades de salud como estatales promueven tener al menos una unidad de este dispositivo en lugares concurridos.

La obligación de que haya un DEA en ciertos lugares

Dentro del marco legal nacional, el Decreto 402/2022 del Ministerio de Salud de la Nación obliga a que en lugares de concurrencia masiva haya al menos un DEA accesible y personal capacitado en RCP. La Ley Nacional 27.159 de promoción y capacitación en RCP y DEA promueve políticas similares. A pesar de esto, los especialistas notan una falta de fiscalización en algunos lugares y confusión normativa entre provincias y municipios.

“Contar con un DEA en espacios donde se suele acumular un número grande de personas, como oficinas, Pymes, clubes, establecimientos educativos, deportivos y culturales, puede ser determinante. Al mismo tiempo, su eficacia depende de actuar en una ventana crítica de 10 minutos, por lo que los dispositivos deben estar en un lugar accesible. Con este servicio, buscamos facilitar y economizar el acceso a una herramienta tan esencial para salvar vidas”, afirma Javier Fernández Cronenbold, cofundador de Jotatec.

Asimismo, añadió: “En los últimos años aumentaron considerablemente las consultas por parte de diferentes organismos para capacitar a su personal con cursos de RCP y adquirir un DEA. Creemos que en 10 años tener un DEA en las casas particulares va a ser tan común como tener otros dispositivos de emergencia, como alarmas y matafuegos”.

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Bienestar

Alarmante caída de la vacunación en Argentina: peligros de un fenómeno que crece más allá de los “antivacunas”

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En el Ministerio de Salud de la Nación reconocen que, si bien en 2024 se registraron algunas mejoras respecto del año previo, las coberturas del calendario continúan lejos del nivel óptimo. El desplome en las cifras del refuerzo del ingreso escolar.

 

¿Alcanza con hablar simplemente de un creciente movimiento antivacunas? Hay un hecho: en la Argentina, la cobertura de vacunación viene cayendo de manera generalizada respecto de los niveles de pre-pandemia, y la caída se convierte directamente en un derrumbe para dosis y refuerzos clave que deben aplicarse a los niños desde el inicio de la escolaridad (5 o 6 años).

Este hecho lo confirman estadísticas oficiales nacionales y provinciales, los principales hospitales pediátricos del país, médicos infectólogos, la Sociedad Argentina de Pediatría y organismos internacionales. Pero la dimensión del problema se advierte, además, en su propia consecuencia: la reemergencia de enfermedades que habían sido eliminadas gracias a las altas coberturas de vacunación que históricamente tuvo el país.

Aunque el crecimiento de movimientos antivacunas es real y estaría dejando de tratarse de un fenómeno marginal, especialistas y autoridades de la Salud advierten que la caída de la vacunación en la Argentina responde a un coctel más amplio de problemas:

  • una disminución de la percepción del riesgo en generaciones que no vieron circular graves enfermedades
  • fallas en las estrategias territoriales
  • mensajes confusos a nivel estatal
  • un sistema de salud deteriorado tras reiteradas crisis
  • barreras de acceso que afectan sobre todo a los sectores más vulnerables

Pero entre esos factores, hay uno que se destaca: la pandemia y su posterior impacto social y emocional que habría generado desgaste y agotamiento, deteriorado la confianza pública y alterado la relación de buena parte de la población con la idea misma de prevención y salud pública.

Caída drástica en los refuerzos en niños y adolescentes

Los datos oficiales recopilados por el Ministerio de Salud nacional permiten dimensionar la caída en la vacunación. La primera dosis de la Triple Viral (que previene sarampión, rubéola y paperas) pasó de una cobertura del 86,2% en 2019 a 83,2% en 2024, pero las bajas pronunciadas aparecen en los refuerzos del inicio escolar (5 o 6 años): la cobertura del refuerzo de Triple Viral descendió del 84,2% de antes de la pandemia a 54,8% en 2023 y a 46,7% en 2024. Algo similar ocurre con la vacuna contra la poliomielitis: mientras la dosis que se administra a los 6 meses cayó de 83,3% en 2019 a 73,9% en 2023, con leve repunte hasta 77,6% el año pasado, el refuerzo de los 5 años se desplomó del 84,4% al 47,6% en el mismo período.

Entre los adolescentes, la Triple Bacteriana Acelular (contra difteria, tétanos y la tos convulsa o coqueluche) pasó de una cobertura del 80,2% en 2019 a 54,1% en 2024. Y las dosis de VPH -que previenen infecciones por el Virus del Papiloma Humano asociadas a distintos cánceres- mostraron un descenso de más de 30 puntos entre 2019 y 2024 tanto en mujeres como en varones.

La vacunación es una responsabilidad compartida en la Argentina: el Estado nacional adquiere y distribuye las dosis, mientras que las provincias son las principales encargadas de aplicarlas y sostener la estrategia territorial. El Gobierno nacional celebró recientemente una mejora entre las coberturas registradas en 2024 respecto de las de 2023 y destacó puntualmente el repunte de algunas vacunas del esquema inicial, como la primera dosis de Triple Viral, la tercera dosis contra la poliomielitis y la de Hepatitis B aplicada al nacer, que efectivamente registraron subas en el último año. Sin embargo, esa recuperación convive con un panorama que sigue siendo delicado: los refuerzos del ingreso escolar y los de la adolescencia, segmentos donde se observan las caídas más pronunciadas, continúan mostrando los peores niveles de todo el calendario.

Alto riesgo de reemergencia de enfermedades

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advierte que este cuadro configura una “caída histórica” de las coberturas infantiles y adolescentes, con niveles críticamente bajos y varias dosis estratégicas que no llegan al 50%. Las coberturas inferiores al 70% dejaron de ser algo excepcional, y se configura un escenario que en la SAP describen como uno de “fragilidad inmunológica colectiva” y de riesgo de reemergencia de enfermedades controladas.

Un ejemplo es el coqueluche tos convulsa, enfermedad especialmente grave en niños pequeños y lactantes, cuya vacuna es una de las que, como se mencionó, sufrió una fuerte caída de cobertura. De acuerdo con el último Boletín Epidemiológico Nacional, en la última semana se registraron 77 casos nuevos y el total de confirmados en 2025 asciende a 765, distribuidos en 20 jurisdicciones. Los casos notificados en 2025 superan los de los cuatro años previos para el mismo período y representan un incremento cercano al 300% respecto de 2024.

El mayor registro corresponde a la Región Centro, con 579 casos -391 en la provincia de Buenos Aires, de mayor peso poblacional-, mientras que en la Región Sur se notificaron 153, principalmente vinculados al brote en Tierra del Fuego. El propio boletín destaca que, dado que la vacunación es la principal medida de prevención, es necesario mejorar las coberturas: provincias como Tierra del Fuego, La Pampa, Jujuy, Neuquén, Mendoza y San Juan mantienen buenos niveles, con esquemas completos y menor acumulación de susceptibles, pero Buenos Aires, CABA, Formosa, Santa Fe, Corrientes y Misiones exhiben coberturas intermedias o bajas, sobre todo en los refuerzos de 5 y 11 años.

Es por esto que médicos de todo el país hacen un llamado urgente para que todas las personas, sobre todo los grupos de riesgo, acudan al centro de salud más cercano para completar el calendario nacional de vacunación.

“Este pedido es especialmente para embarazadas o familias con niños pequeños. Pero es necesario que los adultos también vayan a vacunarse porque esta es la única manera en que dejan de ser agentes de transmisión o dejan de tener la enfermedad para no propagarla al resto de la familia”, explica la Dra. Mariela Echenique, presidenta del Colegio Médico de Neuquén.

En resumen, la profesional resalta la importancia de completar el carnet de vacunación: “La vacuna no solo protege a quien la recibe, sino que esto genera una barrera de protección para el resto de la población. Sabemos que el cambio en la vida, en la humanidad, se debe en gran medida a la aparición de las vacunas y a la gran fuerza que se han ejercido en las políticas públicas sobre todo en nuestro país, completando el carnet de vacunación”.

Razones que explican la caída de la cobertura de vacunación en la Argentina

Si el cuadro general de situación es bastante claro, la pregunta inevitable es por qué la Argentina llegó a estos niveles de cobertura de vacunación.

Alejandra Gaiano —infectóloga pediatra, especialista en salud pública y prosecretaria del Comité de Infectología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Pediatría— recuerda que, según las cifras oficiales, casi la mitad de los chicos menores de 14 años están debajo de la línea de la pobreza en la Argentina. Teniendo eso en cuenta, una parte del problema estaría en el “acceso”. Gaiano señala además que el deterioro general del sistema de salud, la pérdida de recurso humano y la disminución de las campañas activas en territorio —la vacunación casa por casa, la presencia en las escuelas y espacios donde transitan los niños, más allá de campañas de comunicación- limitan la capacidad de reforzar las coberturas.

Por otro lado, advierte, en un contexto de mayor desconfianza luego de la pandemia, las vacunas “son víctimas de su propio éxito”: “Hay movimientos antivacunas que cada vez son más grandes y más intensos en nuestro país. Pero hay también muchas personas que, sin estar en contra de las vacunas activamente, no ven necesario vacunarse: personas que no han visto nunca sarampión, ni polio, ni tos convulsa. Es difícil que puedan ponderar su importancia. Hay protección comunitaria por las vacunas, y hay eliminación de enfermedades por las vacunas. Pero si no se vacuna, va a haber resurgimiento de enfermedades prevenibles por vacunas, como coqueluche, que tenemos un brote tremendo ahora mismo”, agrega Gaiano.

Adolfo Rubinstein —médico, exministro nacional de Salud y actual director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria— marca la pandemia como un punto de inflexión. Se refiere a una suerte de “fatiga social”, un fenómeno que habría afectado la confianza y el cumplimiento con prácticas de prevención que antes tal vez estaban naturalizadas. “Las sociedades en general a nivel global no quieren saber absolutamente nada con lo que fue la pandemia y este fenómeno a nivel local es muy fuerte. La desconfianza no es solo con la vacuna del coronavirus, se trata de una reacción más amplia que se expande a la vacunación en general, por una suerte de asociación de lo que fue la tragedia de la pandemia y sobre todo en países como el nuestro que tuvo consecuencias más graves con el largo confinamiento”, señala.

A esa reacción social pospandémica, Rubinstein suma otros factores que habrían contribuido a la caída de las coberturas. Por un lado, el crecimiento de grupos antivacunas, que solían ser marginales y “no movían la aguja”, pero que, impulsados por la dinámica de las redes sociales, comenzaron a tener mayor visibilidad e influencia. Pero eso estaría ligado a un cambio cultural todavía más profundo: un clima de creciente “desconfianza pública” y de predominio de las decisiones individuales que erosiona prácticas como la vacunación “que tienen un fondo muy solidario, por lo que significan las externalidades positivas: cuanta más gente se vacuna, más se protegen los demás”.

Rubinstein observa además un relajamiento de los mecanismos de control que históricamente acompañaban el cumplimiento del calendario —desde el ingreso a las escuelas hasta la certificación del cumplimiento como parte de las condicionalidades de la Asignación Universal por Hijo— y cuestiona que el Gobierno nacional haya “delegado toda la responsabilidad en las provincias”, cuando “encabezar las campañas de refuerzo de vacunación es una responsabilidad inherente al Estado nacional”.

A fines de noviembre, después del escándalo generado por una actividad antivacunas en la Cámara de Diputados de la Nación, el Gobierno nacional y la mayoría de las provincias publicaron un comunicado conjunto para defender la vacunación obligatoria, gratuita y destacar su eficacia comprobada.

En el Ministerio de Salud de la Nación reconocen que, si bien en 2024 se registraron algunas mejoras respecto del año previo, las coberturas del calendario continúan lejos del nivel óptimo. Plantean que la caída es “multicausal” y parte de una tendencia global, atribuida a los efectos prolongados de la pandemia, cambios en la percepción del cuidado de la salud, pérdida de percepción del riesgo y la creciente desinformación.

Por otro lado, en la cartera sanitaria consideran que parte de la caída respondería parcialmente a un “sinceramiento de los datos” desde el 2023, por el uso generalizado a nivel nacional del Registro Nominal de Vacunación Electrónico (RNVe) para la notificación de las vacunas aplicadas, sumado a una unificación de los criterios de vacunación a nivel federal, lo que habría impactado en la cantidad de dosis notificadas por las distintas jurisdicciones, y en resultados de cobertura menores a los de años previos. Aunque ese argumento no explicaría la reemergencia de enfermedades controladas, como señala Gaiano de la SAP.

En el Ministerio nacional describen una serie de medidas que, aseguran, buscan mejorar la información y el seguimiento de las coberturas, como el recientemente lanzado Tablero de Monitoreo del Calendario Nacional de Vacunación, para realizar un seguimiento de las estrategias de cada provincia e identificar brechas o retrasos, y el desarrollo de aplicaciones para que los equipos del primer nivel de atención registren dosis en tiempo real. También señalan la creación de mesas de gestión con los representantes de Salud y Educación de las 24 provincias para implementar acciones en escuelas y espacios comunitarios. Se encargan de destacar, sin embargo, que estas herramientas buscan mejorar el monitoreo y reducir oportunidades perdidas, aunque la aplicación efectiva de las dosis sigue dependiendo de cada jurisdicción.

La situación en América: datos y advertencias de la OPS

Ante una consulta de Todo Noticias, desde el Programa Especial de Inmunización Integral (CIM) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) remarcaron que, a diferencia de otras regiones, América ha mostrado una recuperación positiva de las coberturas de vacunación en los últimos años, incluso por encima de los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, en el organismo internacional advierten que el crecimiento sigue siendo lento y que persisten importantes brechas entre los países y dentro de los mismos: más de 1,4 millones de niños y niñas en la región no recibieron en 2024 ni una sola dosis de la vacuna contra difteria, tétanos y tos convulsa.

Caída de la vacunación en la Argentina. (Infografía: TN Videolab)
Caída de la vacunación en la Argentina. (Infografía: TN Videolab)

Entre las razones que explican el lento crecimiento de coberturas de vacunación, la OPS enumera:

  1. La interrupción de servicios de salud durante la pandemia
  2. La disminución de la demanda por menor percepción del riesgo de enfermedades prevenibles por vacunación
  3. Limitaciones de acceso por dificultades logísticas para llevar la vacunación a zonas alejadas de centros urbanos
  4. Crisis económicas
  5. El aumento de la migración
  6. El impacto creciente de la desinformación que viene proliferando con fuerza en los últimos años a nivel global

Desde el organismo recuerdan el peso concreto que tiene la vacunación para la salud pública: en los últimos 50 años, las vacunas evitaron 154 millones de muertes en el mundo. Solo en América, la vacuna contra el sarampión salvó más de 6 millones de vidas desde el año 2000 y se estima que entre 2021 y 2030, las vacunas evitarían 3,6 millones de muertes.

En ese marco, la OPS señala que una caída o estancamiento de las coberturas supone siempre riesgos reales: la posibilidad de reaparición de enfermedades eliminadas, un aumento de hospitalizaciones y una mayor vulnerabilidad ante brotes epidémicos, además de impactos económicos (costos por tratamiento, ausencia laboral, entre otros). “Estamos en un momento crítico a nivel global. Las Américas este año han perdido el estatus de libre de sarampión endémico, y han aparecido brotes de enfermedades prevenibles como tos ferina (tos convulsa) o fiebre amarilla”, advirtió el organismo.

Créditos

Diseño de portada: Sebastián Neduchal – Iván Paulucci

Infografía: Damián Mugnolo

 

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Bienestar

Fiestas de fin de año: 5 recomendaciones para cuidar la salud emocional de los niños

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El ruido, los cambios en las rutinas y las expectativas influyen en la conducta de los chicos. En exclusiva para Infobae, especialistas de INECO comparten recomendaciones para acompañarlos y favorecer un feliz encuentro familiar

Las celebraciones de fin de año constituyen un entorno de sobrecarga sensorial y social: luces, ruidos, cambios de rutina, horarios extendidos y múltiples interacciones. Para el cerebro infantil, que aún está desarrollando sus redes de autorregulación emocional, control inhibitorio y flexibilidad cognitiva, este combo puede ser un verdadero desafío.

Comprender cómo funciona el neurodesarrollo ayuda a ajustar expectativas y a acompañar mejor. No se trata de “portarse bien”, sino de que el sistema nervioso de un niño opera distinto fuera de su estructura diaria.

Sueño alterado, comidas diferentes y un ambiente ruidoso aumentan la probabilidad de desregulación. La flexibilidad ajustada, sin perder límites, es clave para que la noche sea disfrutable también para ellos.

“Los niños regulan mejor cuando se sienten seguros y acompañados. Un momento previo de conexión (juego breve, abrazo, charla) fortalece su ‘tanque afectivo’ y disminuye la activación del ‘cerebro de alarma’. De igual manera, respetar su comodidad física y evitar exigencias innecesarias, como ropa que molesta o mesas demasiado largas, reduce tensiones que luego se traducen en conductas desbordadas”, señala la doctora Andrea Abadi (MN 76.165), médica psiquiatra y directora del Departamento Infanto Juvenil de INECO.

Ofrecer espacios tranquilos y permitirOfrecer espacios tranquilos y permitir pausas ayuda a que los niños recuperen el equilibrio emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)

También es importante recordar que su autorregulación aún está en desarrollo. Pedir calma absoluta durante largas sobremesas o en entornos de sobrecarga sensorial no es realista: el cerebro infantil no cuenta todavía con funciones ejecutivas plenamente maduras para sostenerlo.

Por eso, ofrecer opciones, habilitar pausas, permitir que se retiren unos minutos o acompañarlos en espacios más tranquilos ayuda a restablecer el equilibrio emocional.

Del mismo modo, es esencial respetar los límites corporales. Forzar saludos físicos no deseados activa respuestas de estrés en muchos niños. Permitir que elijan cómo saludar, con palabras, sonrisa, choque de manos o abrazo si así lo desean, promueve autonomía, seguridad y respeto por su cuerpo.

Recomendaciones

Cuando el cerebro sabe qué esperar, se reduce la reactividad emocional.

Ofrecer elementos reguladores (como auriculares si el ruido los incomoda) u organizar pequeños descansos previene que el sistema nervioso alcance un punto de saturación.

Si aparece irritabilidad o desborde, una breve salida del estímulo —un pasillo, balcón o patio— ayuda a bajar la activación emocional y permite reorganizar el comportamiento.

Recordar que los niños no cuentan con la misma capacidad de regulación que los adultos evita frustraciones.

Reducen el malestar físico y, con ello, la probabilidad de desregulación emocional.

En síntesis, “Las fiestas pueden ser un momento hermoso para compartir con los chicos si recordamos que su cerebro todavía está aprendiendo a regularse. Cuando anticipamos, acompañamos y respetamos sus tiempos y su cuerpo, todo fluye mejor. Menos exigencia y más conexión, a veces eso es todo lo que necesitan para que la noche sea realmente disfrutable para todos”, concluye la doctora Abadi.

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