Por decreto, la ministra dispuso una amplia reforma de la fuerza. A la vez que busca crear un FBI argentino, le da más facultades para controlar manifestaciones.
Patricia Bullrich lanzó una amplia reforma de la Policía Federal Argentina que a la vez que busca crear un “FBI argentino” le otorga facultades a la fuerza para hacer ciberpatrullaje y requisas sin orden judicial.
La reforma de la PFA será anunciada este martes en un acto que la ministra de Seguridad compartirá con Javier Milei en la sede de la fuerza en Figueroa Alcorta y Cavia, donde se especula que podría ser trasladada Cristina Kirchner si le niegan la domiciliaria.
A través de un decreto simple publicado en el Boletín Oficial, el gobierno reformó el estatuto de la PFA que establece que tendrá como misión “prevenir, detectar e investigar delitos federales y complejos, así como la de colaborar en la desarticulación de organizaciones criminales”.
El decreto deroga todas las competencias y atribuciones de la PFA sobre la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires, completando así el proceso de traspaso que se inició en 2016. La fuerza solo podrá intervenir en la seguridad de otros ámbitos jurisdiccionales “en forma subsidiaria o a requerimiento”.
La parte más polémica de la reforma es la establecida en el artículo 6 del nuevo estatuto, el que establece las facultades de la PFA, y que otorga la posibilidad de actuar sin orden judicial en diversos ámbitos.
En el inciso 7 de ese artículo sostiene que “fuera de los casos establecidos en los Códigos Procesales Penales y demás legislación vigente, no podrá detener a las personas sin orden de juez competente”. Pero enseguida aclara que “si existiesen circunstancias debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiere cometer algún hecho delictivo y no acreditase fehacientemente su identidad, podrá ser conducido a la dependencia policial”. Estas detenciones, que se parecen mucho al concepto de “portación de rostro”, serán por hasta diez horas.
El inciso 8 es también difuso y le da amplias facultades a la PFA por la falta de precisiones ya que establece que podrá “registrar y calificar a las personas dedicadas habitualmente a una actividad que la policía debe reprimir”. Para especialistas esto le da sustento legal a la fuerza para los operativos que viene ordenando Bullrich para “controlar” las manifestaciones políticas en los accesos a la Ciudad.
Realizar, sin necesidad de autorización judicial, tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales, tales como redes sociales
Más directo en la posibilidad de actuar sin orden de un juez es el inciso 11 que habilita el ciberpatrullaje, un viejo anhelo de Bullrich. “Realizar, sin necesidad de autorización judicial, tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales, tales como redes sociales abiertas, sitios web públicos y otras fuentes abiertas, conforme a las pautas y principios rectores dictados para dichas actividades por la autoridad competente”, dice el estatuto.
Finalmente, un muy polémico inciso 13 establece que sin orden judicial podrá requisar personas, “inspeccionando los efectos que lleven consigo, así como el interior de los vehículos, aeronaves y embarcaciones”. Para esto bastará con que los efectivos crean que se puedan ocultar algo vinculado a un delito y que justifiquen que no hay tiempo para pedir la orden de un juez.
Estas pesquisas sin orden judicial además estarán habilitadas en caso de que “se practique en la vía pública o en lugares de acceso público y en el marco de operativos de prevención”.
Desde Catamarca, el diputado chaqueño por Primero Chaco, Juan Carlos Ayala, participó de un nuevo encuentro de las comisiones del Norte Grande en el Congreso y volvió a reclamar por la falta de políticas para la región.
>En radio Independencia, criticó el cierre de organismos como el INTI, INTA y Vialidad Nacional, y denunció el abandono de rutas y economías regionales. Sin embargo, destacó la visita de embajadores de Chile y la firma de convenios para usar puertos del norte chileno como una alternativa para exportar productos del norte argentino. “Es fundamental para que nuestras economías no sigan dependiendo del puerto de Buenos Aires”, señaló.
>Ayala aseguró que el Gobierno nacional busca desactivar el Norte Grande al ignorar los reclamos del bloque regional. “Pareciera que quieren invisibilizar al Norte. Pero los gobernadores se dan cuenta de que desde acá estamos planteando lo que ellos también necesitan”, afirmó. Reconoció que, aunque los avances son lentos, hubo logros puntuales como la reactivación de obras viales en Chaco. A la vez, llamó a construir propuestas concretas pensando en 2027. “Este modelo ya no da para más”, sostuvo.
>Consultado sobre su futuro político, Ayala no descartó una candidatura nacional pero aclaró que no es su prioridad. “Yo hago lo que la gente me pide. No necesito un cargo para seguir trabajando como lo vengo haciendo hace 55 años”, expresó. En ese sentido, se mostró comprometido con un proyecto de unidad del peronismo para “ponerle límites a este gobierno” y sostuvo que el actual presidente Javier Milei y su representante en Chaco, Leandro Zdero, “ya cumplieron un ciclo”.
El Ministerio de Producción y Desarrollo Sostenible del Chaco envió una carta documento a la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas intimándola a que “cese de manera inmediata en toda declaración pública o manifestación que involucre acusaciones contra el Gobierno provincial” o sus políticas ambientales y que en 48 horas presente pruebas sobre sus afirmaciones públicas.
En respuesta a la denuncia penal de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA) sobre desmontes ilegales en la provincia conocida como la causa por “La Mafia del Desmonte”, el gobierno del Chaco decidió contraatacar amenazando con una mordaza legal para los denunciantes.
Según informó el portal Agro Perfiles el ministro de Producción, Oscar Dudik, envió una carta documento a la AAdeAA exigiendo, en un plazo de 48 horas, que retiren todas las acusaciones contra el gobierno y presenten pruebas técnicas que respalden sus afirmaciones. En el texto, advierten con acciones legales —civiles, penales y administrativas— si no cumplen con el requerimiento.
“Lo/los intimo formalmente a que cese, de manera inmediata, en toda declaración pública o manifestación que involucre acusaciones contra el Gobierno Provincial, sus funcionarios o sus políticas ambientales; se abstengan de divulgar cualquier tipo de información falsa; y a que, dentro del plazo de cuarenta y ocho (48) horas hábiles posterior a la recepción de la presente, aporte el material técnico, documental probatorio u otros que respalde esas afirmaciones vertidas en sus presentaciones públicas”, señala la carta documento dirigida a la AAdeAA, que preside el abogado Enrique Viale, querellante en la causa por la “Mafia del Desmonte”.
Oscar Dudik, ministro de Producción del Chaco (izquierda) y Enrique Viale, presidente de la AAdeAA (derecha)
Uno de los puntos más graves de la intimación exige a los ambientalistas “ratificar y probar” sus denuncias sobre “poderosos intereses económicos-gubernamentales” que habrían presionado a la jueza federal Zunilda Niremperger para que se declare incompetente en causas ambientales. El gobierno chaqueño amenaza con demandar por “daños a la imagen institucional” si no aportan evidencias.
En la misiva, el gobierno niega toda responsabilidad y tilda las denuncias de “discursos extremistas” y “narrativas carentes de rigor técnico”, asegurando que sus políticas son “sustentables y respetuosas de la ley”. Sin embargo, organizaciones ambientales insisten en que el avance de los desmontes ilegales sigue siendo una realidad alarmante en la provincia, con complicidad estatal.
Actualmente, la causa por la “Mafia del Desmonte” se encuentra a la espera de que la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia revise la apelación de la Fiscalía Federal de Resistencia y de la querella de la AAdeAA contra la resolución de la jueza federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, que declaró la incompetencia del fuero federal.
Mientras el gobierno chaqueño intenta judicializar la protesta ambiental, las dudas persisten: ¿Qué busca ocultar con estas intimidaciones?
En una carta abierta enviada a los medios de comunicación, el jubilado docente Daniel Vera relata el calvario que atraviesa luego de ser detenido por realizar publicaciones contra el genocidio y los crímenes de guerra que está padeciendo el pueblo de Palestina y la posición del presidente Javier Milei a quien también criticó por sus políticas de estado.
LA CARTA
Mi nombre es Daniel Vera, soy jubilado docente y trabajador de la Obra Social Para La Actividad Docente (OSPLAD), preso desde el 2 de julio de 2025, detenido con prisión domiciliaria desde el 11 de julio, por publicar en la red social Facebook, con el perfil de Elpidio Sanchez, mi repudio por el genocidio y los crímenes de guerra que está padeciendo el pueblo de Palestina en la Palestina ocupada y visibilizar a algunos de los responsables de nuestro gobierno y sus operadores y locutores mediáticos, que están llevando adelante un plan de entrega del país por medio del endeudamiento y la represión.
Escribo esto para explicar la situación que me toca vivir en el marco de la instauración de un sistema represivo, necesario para la puesta en marcha del plan de saqueo que lleva adelante el gobierno, sistema represivo que a finales del año pasado creó una brigada de ciberpatrullaje, de la Policía de la Ciudad (CABA), para realizar rastrillaje de redes sociales, infiltración en correos electrónicos, chats y otras posibilidades del universo virtual, y en febrero de este año sacó el decreto que legitima tal práctica.
En febrero de este año dicha brigada comenzó a investigar un grupo de Facebook llamado “Por Palestina”, grupo en el que yo realicé publicaciones a favor de la causa del pueblo palestino; a partir de esa investigación la brigada toma nota de mis publicaciones y enfoca su accionar en mi perfil de Facebook: Elpidio Sánchez; en el que yo realicé publicaciones de orden político, económico y social que ponen en evidencia la política de hambre y entrega que se está llevando a cabo.
La cronología de los hechos es la siguiente: El miércoles 2 de julio al mediodía comenzó el operativo de la brigada de ciberpatrullaje de la Policía de la Ciudad (CABA), ordenado por el Juzgado Federal a cargo del juez Lijo, con el allanamiento de mi domicilio, que duró hasta la noche, para luego ser detenido en la Comisaría 3ª de la Policía del Chaco.
El jueves 3 de julio el operativo continúa con el allanamiento de las oficinas de mi lugar de trabajo, OSPLAD; el viernes 4, al mediodía, se realiza la audiencia de indagatoria y en horas de la tarde el juez Lijo ordena la prisión preventiva y el traslado a una cárcel federal de la provincia del Chaco.
Luego de rechazar la apelación para recuperar la libertad, el viernes 18 el juez dictó mi procesamiento por coacción con el agravante de incitación al odio en contra de una minoría; para finalizar el martes 22 de julio con el rechazo de la segunda apelación, y última posibilidad, para obtener mi libertad, por lo que voy a continuar preso hasta el día del juicio.
Hago este relato al cumplirse un mes de mi detención, para poner en claro lo que está ocurriendo con mi situación y para corregir, en algo, la tergiversación que realizaron los operadores mediáticos al presentarme, y encuadrarme, como el “enemigo” que el poder está construyendo y para dar las gracias a todos los que han expresado su apoyo, solidaridad y afecto, tanto a mi como para a mi familia: Conocidos y desconocidos, organizaciones y tantos compañeros que dijeron “presente”.
Una mención muy especial al Comité contra la Tortura que desde el primer momento acompañó y presentó dos habeas corpus para reclamar por las condiciones de mi detención y evitar mi traslado a la cárcel.