“El peronismo es algo que está ahí, que se intuye que es importante, pero no se logra dimensionar exactamente cuánto” , afirmó Ignacio Fidanza en GPS.
El director de La Política Online, Ignacio Fidanza, analizó en GPS, el programa de Rolando Graña en América, la conflictiva relación de Javier Milei y Mauricio Macri en medio de la negociación por el armado de un frente en la Ciudad de Buenos Aires.
Fidanza se refirió a la primicia de LPO sobre el plan de Macri para tomarse revancha de Milei. “Dijo hay que meter en las listas todos los candidatos agazapados que puedan porque después se viene otra discusión con los gobernadores y con Villarruel para construir una derecha seria”, indicó.
“Mientras están discutiendo candidaturas, al mismo tiempo están pensando lo que viene después de octubre y sobre todo entre octubre y el año que viene”, dijo Fidanza sobre Macri, pero también sobre el armado de los gobernadores. “Coinciden en la caracterización con Macri. Él habla de una derecha seria, ellos hablan de un proyecto razonable. O sea, todos hacen foco sobre la distorsión que plantea a un modelo económico, que en algunos aspectos importantes comparten, lo que llaman la locura de Milei”, señaló.
El plan de Macri para tomarse revancha de Milei
“El componente cínico, que en la política siempre está, es que al mismo tiempo que están pensando eso para después de octubre, ahora están tratando de hacerse los amigos de Milei para meter candidatos en sus listas porque en este momento La Libertad Avanza mide”, continuó el director de LPO.
Los gobernadores coinciden con Macri en la caracterización de Milei. Él habla de construir una derecha seria, ellos hablan de un proyecto razonable.
Para Fidanza, el maltrato de Milei a Macri es un error. “Si hay algo que demostró Macri es que él tiene una efectividad importante a la hora de la destrucción. Lo hizo con Larreta, lo hizo con Patricia. Entonces es una persona que lo mejor es no ofenderla si lo querés más o menos cerca. Tiene un foco que es el rencor, la revancha, eso como que lo activa”, analizó.
Por otro lado, el director de LPO se refirió a la incertidumbre que reina en el peronismo. “El peronismo es como el lado oscuro de la luna en este momento. O sea, es algo que está ahí, que se ve que es importante, pero no se logra dimensionar exactamente cuánto”, afirmó.
Cuando el ambiente político empieza a tener en el horizonte próximo la definición de alianzas y nombres que van a conformar las listas de cara a las elecciones nacionales de octubre, la “gestión de gabinete” del gobernador Leandro Zdero parece haber pisado el primer bache desde que asumió, algo que deberá encontrar la manera para sortear de buena forma para que no le juegue en contra en las urnas.
Sucede que tras el anuncio del cronograma de pago de la administración pública, surgió como rumor de pasillo que no se abonaría la “cláusula gatillo” del segundo trimestre al sector docente; algo que con el correr de las horas del martes, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alejandro Abraam y el subsecretario coordinador económico, Guillermo Agüero, confirmaron apelando el duro escenario económico provincial y la actual situación financiera por una “mega deuda heredada de los ex gobernadores Jorge Capitanich y Domingo Peppo”.
“Esa deuda heredada, producto de años de desmanejo, condiciona las posibilidades actuales de otorgar aumentos salariales. Hoy, la prioridad es cumplir con los compromisos financieros asumidos y garantizar la provisión de servicios básicos. Nos encontramos con una realidad muy compleja después de 16 años de despilfarro”, señalaron.
El equipo también explicó que la posibilidad de una mejora en la situación fiscal está condicionada al crecimiento de la coparticipación y al repunte de la actividad económica. “Estamos rindiendo cuentas de cara a la ciudadanía, con total transparencia y responsabilidad, hablando con la verdad sobre el estado real de las finanzas chaqueñas. Estamos en el camino correcto del orden y administrando una provincia que no se la va a cambiar de la noche a la mañana”, concluyeron.
De esta manera, el conflicto se reinstaló con el sector docente, desatando la inmediata reacción de todo el arco gremial, que convocó a una conferencia de prensa conjunta para anunciar oficialmente un plan de lucha desde este lunes, día previsto para el reinicio de clases. Este escenario incluirá paros, movilizaciones y acciones en toda la provincia.
En ese contexto, la secretaria general de Atech, Rosa Petrovich, calificó la medida como “una falta de respeto total al sector docente”, y recordó que el Gobierno no solo suspendió el pago de la cláusula gatillo, sino que también se negó sistemáticamente a convocar a la Comisión de Política Salarial y Condiciones de Trabajo. “Esto agrava aún más la situación de un sector precarizado y endeudado”, explicó.
Por su parte, el secretario general de Utre-Ctera Carlos Cuevas, recordó: “Nosotros cumplimos con los acuerdos. Mientras se pagó la cláusula gatillo, no hubo conflictos. Pero ahora rompieron su compromiso y van a tener una respuesta. Los docentes van a salir a la calle. Es una traición al compromiso asumido con los docentes”.
Con las cosas así, la gestión de Zdero enfrenta su primer gran problema en sus relaciones con los trabajadores, más allá de las recisiones de contratos que se dieron en todos los ámbitos, que venían dándose bajo el argumento de ordenar las arcas del Estado, pero al no abonar este ítem tan requerido por el sector docente, compromiso asumido de por medio, parece ser si la primera gran piedra en el camino, que deberá buscar la forma de sortear sin sobresaltos.
La Comisión de Disciplina archivó la investigación a los jueces del viaje a Lago Escondido bajo un cuestionado argumento legal, mientras sus miembros magistrados bloquearon el proceso retirándose en masa. El caso expone cómo la elección de jueces por sus pares fomenta la impunidad y conflictos de interés. Urge reformar la composición del órgano para evitar que la corporación judicial siga siendo juez y parte, sostiene el abogado Ezequiel Nino.
Por Ezequiel Nino*
Hace pocos días, la Comisión de Disciplina rechazó investigar a los jueces del viaje a Lago Escondido con el argumento de que había iniciado por una prueba determinada ilegal por la justicia penal. Un par de semanas antes, tres consejeros jueces que integran la Comisión (Diego Barroetaveña, Alejandra Provítola y Agustina Díaz Cordero) se habían retirado todos al mismo tiempo de la reunión -y en la que se discutían pruebas a recabar- dejándola sin quórum. El restante juez, Alberto Lugones, directamente no participó de la reunión. La resolución para cerrar el caso fue adoptada por esos cuatro jueces que integran la Comisión más el representante de los académicos Hugo Galdersi y el senador radical Eduardo Vischi. Más allá de la discusión sobre la justicia de la solución (quienes rechazaron la postura de la mayoría sostuvieron que las nulidades no son iguales en el proceso penal que en el proceso disciplinario y por ende se debía seguir investigando), lo que ilustra el caso es los problemas que refleja la conformación de la Comisión.
Lo ocurrido no es un hecho aislado: revela una falla sistémica en la conformación de la Comisión de Disciplina. El hecho de que los cuatro jueces se hayan retirado a la vez de la reunión revela el conflicto de interés que tienen para realizar investigaciones contra sus pares y el poder de fuego que tienen en la Comisión. Hay que recordar que los jueces llegan al Consejo por votación de sus pares, quienes obviamente tienen un interés en que sus representantes los representen ante las denuncias que reciban. En casos como el de Lago Escondido, en el cual los denunciados -todos integran tribunales muy poderosos en Comodoro Py, el fuero contencioso administrativo federal y el fuero penal económico- tienen tanta ascendencia entre sus pares por la función que cumplen, es aún más difícil que sus colegas promuevan una investigación. Cualquiera que observa las pocas reuniones de Comisión que se llevan adelante puede ver, de manera muy evidente, el trabajo en bloque de los magistrados para obstaculizar las pocas investigaciones que el resto quiere llevar adelante. En particular, la maniobra para “vaciar la reunión” donde se discutía la forma de investigar a distintos jueces demostró que cualquier diferencia entre las listas de jueces se disipa a la hora de intentar bloquear avances en investigaciones a sus colegas.
Este episodio subraya que la significativa presencia de jueces en la Comisión de Disciplina, y su elección por parte de sus propios pares, crea un entorno propicio para la defensa corporativa. Es predecible que, bajo estas condiciones, haya una tendencia natural a frenar o bloquear investigaciones que afecten a miembros del propio estamento judicial. Esto otorga a un grupo de jueces el poder de vetar de facto cualquier proceso disciplinario, afectando gravemente la independencia y la credibilidad de la justicia.
En el caso de Lago Escondido, entendemos que debieran haberse producido pruebas y solamente después evaluarse la legitimidad inicial. En el ámbito disciplinario, el estándar de prueba puede ser distinto al penal. No se busca una “certeza más allá de toda duda razonable” como para imponer una pena de prisión, sino determinar si existió una falta grave que justifique una sanción administrativa (amonestación, suspensión, remoción). La finalidad es proteger la función pública, no castigar un delito. Aunque las escuchas hayan sido anuladas, la investigación ética podría haber explorado otras vías para corroborar los hechos denunciados: testimonios, registros públicos, declaraciones juradas, análisis de patrones de comportamiento, etc. La anulación de una prueba no significa que los hechos no hayan existido o que no puedan probarse por otros medios.
La Comisión de Acusación no está integrada por magistrados y esto tiene una explicación lógica: hay que dejar investigar a la Comisión sin la presencia de colegas -que muchas veces tienen una relación personal con el funcionario denunciado-. Una vez que llega al plenario, los jueces y juezas pueden brindar su visión pero con todos los elementos sobre la mesa. Lo mismo debería ocurrir en la Comisión de Disciplina. La presencia de todos los magistrados que integran el Consejo impide, en la mayoría de los expedientes, que se desarrollen investigaciones profundas sobre los hechos denunciados. La impunidad de los hechos de Lago Escondido lo demuestran.
*Abogado, cofundador de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ)