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CORRUPCION

Los cuadernos de las coimas a juicio: la última apuesta del jubilado financista del poder K

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Ernesto Clarens, arrepentido clave en la causa, ofreció un yate y un departamento en Miami para lograr su impunidad. Su historia en el caso y su red de conexiones

Tal vez, esta vez, a Ernesto Clarens le salga bien. Pero, al cierre de esta nota, es el tal vez más grande de su vida. Hay una máxima expectativa en torno a la inminente decisión del Tribunal Oral Federal N°7, el encargado de enjuiciar a los 75 imputados en el caso de los cuadernos de las coimas de la obra pública escritos por el chofer Oscar Centeno, con una serie de causas conexas y con Cristina Fernández de Kirchner como la principal imputada política.

46 de esos imputados, la gran mayoría empresarios que confesaron haber pagado esas coimas, muchas de ellas de millones de dólares, hicieron ofertas de dinero para lograr su impunidad y cerrar la causa en su contra. Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri, hombre clave de IECSA, por ejemplo, ofreció $2492 millones, en los términos de reparación económica del artículo 59, inciso 6 del Código Penal.

Ernesto Clarens, financista, que declaró como arrepentido en el caso, propuso un departamento y un yate en Miami, según confirmaron altas fuentes del caso. Les puso un número a ambos: en total, 1,5 millones de dólares.

El Tribunal deberá definir si acepta estas propuestas, realizadas durante el último mes. Difícilmente lo haga, dadas las condiciones. La fiscal acusadora Fabiana León se opuso tajantemente. Lo mismo el fiscal federal Paul Starc, titular de la UIF, que ante el Tribunal repudió el concepto de “mercantilizar la corrupción”.

Si Clarens gana, ganaría mucho más que zafar de una condena: ganaría tiempo, en un proceso penal que podría arrastrarse durante años.

Clarens, en otra foto obtenidaClarens, en otra foto obtenida por las autoridades

Hoy, el hombre que fue señalado como el financista clave de la corrupción kirchnerista en el caso Cuadernos, tiene 74 añoscobra una jubilación al menos desde 2022, de acuerdo a registros comerciales consultados por este medio. Lo cubre el PAMI. Había sido monotributista durante un tiempo, 21 años atrás, hasta que conformó firmas dedicadas al negocio de La Plata como Patagonia Financial Services. Muchos en esta historia lo conocieron en Rio Gallegos, donde tenía una casa de cambio a comienzos de siglo.

En esta era, ciertos tecnócratas comparan a la ignorancia financiera con un nuevo analfabetismo. Y en la historia de los cuadernos, Ernesto Clarens, un hombre de otra era política, sabía exactamente eso: sabía de plata. Apareció en el caso de los Pandora Papers, por ejemplo, cuando se lo vinculó a una sociedad offshore en Bahamas para operar una cuenta en Suiza. Para eso, hay que saber.

En 2019, seis meses antes de morir, el juez Claudio Bonadio lo elevó a juicio como un organizador de la asociación ilícita de recaudación que encabezaron CFK y Julio De Vido, un recaudador crucial. Irónicamente, en aquella decisión, el magistrado recordó que “en el marco de la causa número 9608/18″, la causa principal del caso Cuadernos, también “se procedió al decomiso de un departamento y una embarcación que, uno de los recaudadores del sistema ilegal, Ernesto Clarens, posee en el extranjero”.

Pero, en toda esta estructura de la presunta asociación ilícita, Clarens no era un político, tampoco un empresario demasiado amigo de la casa, como Carlos Wagner. El financista nunca fue un empleado del Estado argentino. Llamémoslo, básicamente, una mezcla de cajero y consultor. Proveía un servicio. En su confesión, José López apuntó: “Clarens era un cambista que las empresas buscaban para cambiar de pesos a euros y/o dólares.

Claudio Bonadio, el fallecido juezClaudio Bonadio, el fallecido juez de la causa Cuadernos

La imputación contra Clarens

Bonadio lo incluyó en el lote de los receptores de fondos sucios, como a Rudy Ulloa y el también arrepentido José López. “Los responsables de dichas empresas acordaban a cual le correspondía cada obra y debían entregar aproximadamente entre el 10 y el 20 por ciento del valor de la contratación a funcionarios del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, entre los que se encontraban Ernesto CLARENS, Nelson LAZARTE, Roberto BARATTA y a José LÓPEZ, quienes luego se lo daban a Julio Miguel DE VIDO, Néstor Carlos KIRCHNER y Cristina Elisabet FERNÁNDEZ”, escribió el juez. Las mayúsculas le pertenecen.

“Clarens, por su parte, tomó a su cargo la arista financiera de ese esquema, siendo su misión la de recibir parte del dinero entregado por los empresarios ligados al rubro de construcciones viales y luego canalizarlo hacia las autoridades del gobierno nacional, brindando orden financiero al sistema. Para cumplir con su misión, otros miembros de la organización le suministraban los datos necesarios sobre los beneficiarios de obra, los pagos, etcétera”, apuntó la Oficina Anticorrupción, que fue querellante en el caso.

El domicilio de Clarens fue allanado, allí se secuestró documentación de interés. Carlos Wagner, en ese entonces titular de la Cámara de Construcción, otro arrepentido, retrató la función del financista con particular detalle.

Las claves del rol de Clarens, según su relato, fueron dos: gestión y confianza.

Carlos Wagner, empresario ex amigoCarlos Wagner, empresario ex amigo del poder y delator como Clarens

Orden o traición

Wagner declaró, en un testimonio que comienza en la foja 3058 del expediente de la causa principal:

“Quiero manifestar que entre los años 2004 y 2005 el esquema era muy confuso y los funcionarios decidieron que se hiciera cargo el señor Ernesto CLARENS, que tenía una oficina en la calle Maipú de CABA, que podría identificar si hace falta no recuerdo la dirección exacta. El encargado de percibir las contribuciones políticas empezó a ser CLARENS. El que indicó que el que iba a cobrar era José LÓPEZ, siendo que CLARENS era el que recibía a todos los empresarios. CLARENS participó de los cobros hasta el año 2010 que fue el fallecimiento de Néstor KIRCHNER”.”

Tal como el chofer Centeno, Clarens conservaba sus propias anotaciones, “un listado actualizado de los pagos efectuados por las obras y la determinación de la contribución que las empresas debían hacer”, dijo Wagner. En 2012, cuando el esquema cobró más fuerza, Clarens mudó sus oficinas a la calle Lola Mora, cerca del hotel Hilton.

Sin embargo, toda esa confianza que la cúpula del poder le tuvo a su presunto financista no sirvió de mucho. Tras la explosión del escándalo de los cuadernos, Clarens no tardó en trabar un acuerdo con el fiscal Carlos Stornelli para aliviar su situación. Hizo una declaración inicial. Luego, en su indagatoria, que se encuentra en la foja 6274 de la causa, habló más todavía.

CORRUPCION

HUMILLAR PARA DISCIPLINAR

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En el Chaco hay escenas que no deberían existir en una democracia. Y, sin embargo, se repiten —cada vez con menos pudor— como si fueran parte del paisaje. Dos abogadas del fuero provincial fueron al Servicio Penitenciario Provincial a entrevistar a sus asistidos. No iban “a ver qué pasaba”. Iban con autorización judicial expresa, con una orden vigente y debidamente notificada. Aun así, las dejaron más de una hora y media a la intemperie, bajo el sol, sin permitirles el ingreso. La entrevista no se concretó.

No es un episodio menor. No es “una demora”. No es “un malentendido”. Es un método: humillar para disciplinar.

Porque cuando el Estado frena una entrevista autorizada, lo que está haciendo no es “poner orden”: está enviando un mensaje. Y el mensaje es simple, brutal y peligrosísimo: la defensa entra cuando nosotros queremos; la orden judicial vale si nosotros queremos; los derechos valen si nosotros queremos.

La trampa del “privilegio”
Cada vez que un abogado reclama condiciones mínimas de trabajo en un contexto de privación de libertad, aparece el coro previsible: “¿Qué privilegio reclaman?”.

Hay que decirlo con claridad: no es privilegio. Es garantía. Es una garantía para el desempeño profesional, y, por esa vía, una garantía para el ciudadano, para el imputado, para la víctima y para el propio sistema de justicia.

Nuestra ley procesal provincial reconoce que en el ejercicio profesional los abogados deben ser tratados con el respeto y consideración que se guarda a los magistrados. No para elevarnos a un pedestal, sino para impedir lo que está pasando: que el operador de turno, el funcionario de guardia o la lógica del castigo social decidan cuándo la defensa puede ejercer y cuándo no.

Si el abogado defensor puede ser humillado, demorado, hostigado o “castigado” por insistir en una orden judicial, entonces el derecho de defensa se transforma en un decorado. Se mantiene la forma —para la foto—, pero se vacía el contenido.

Y cuando la defensa es decorativa, la democracia también.

La defensa penal no es un enemigo
En paralelo al destrato institucional, crece un clima social que no es espontáneo. Se alimenta. Se produce. Se reproduce. En redes sociales se denosta a la defensa penal como si fuese una actividad vergonzante. Se confunde deliberadamente al defensor con el defendido. Y algunos discursos —incluso mediáticos— deslizan o afirman que quien defiende “encubre”.

Eso no es ignorancia: es una operación cultural que debilita el Estado de Derecho.

El defensor penal no está para “caer simpático”. Está para hacer lo que muchas veces nadie quiere escuchar: que el Estado debe probar, que debe investigar con reglas, que no puede “arreglar” con atajos, que la detención no puede ser un castigo anticipado, que la dignidad humana no se suspende por una imputación.

Defender no es justificar.
Defender es exigir legalidad.
Defender es poner límites.
Defender es recordar que el poder punitivo también debe rendir cuentas.

Cuando se instala la idea de que el abogado defensor es un “encubridor”, lo que se busca es otra cosa: habilitar el hostigamiento. Volver aceptable que se lo persiga, se lo amenace, se lo escupa simbólicamente hasta que un día el escupitajo sea literal. Y en causas de alta exposición —como lo vimos en el caso Sena— ese linchamiento mediático y material ya estuvo demasiado cerca de convertirse en tragedia.

No es exageración. Es experiencia.

El espectáculo de la vulnerabilidad

A este clima se suma algo todavía más degradante: la circulación de imágenes de personas detenidas —y, en particular, de un colega abogado— exhibidas en estado de vulnerabilidad, tratadas como objeto de consumo público. Como si la humillación fuese entretenimiento. Como si el dolor ajeno fuese un contenido más.

Esa lógica de zoológico humano no es “información”. Es castigo. Es escarmiento. Es pedagogía del miedo.

Y lo más grave: el escarmiento siempre necesita un nuevo cuerpo. Hoy es uno. Mañana es otro. Pasado, cualquiera.

“Hoy van contra ellos”.

La pregunta que duele
Hoy se señala a ciertos nombres, se los usa como símbolo de la época, se los expone, se los estigmatiza: Osuna, Gabriela Tomljenovic, Olga Mongeloz, Galassi. No importa aquí qué opinión tenga cada quien sobre cada caso. El punto es otro, y es institucional: si aceptamos que se castigue a la defensa por trabajar, mañana no habrá defensa posible para nadie.

¿De verdad vamos a naturalizar la “prisión por trabajar”?
¿Vamos a tolerar que un abogado sea tratado como sospechoso por ejercer su tarea?
¿Vamos a permitir que las órdenes judiciales se cumplan según el humor de un mostrador?

La democracia no se rompe de golpe: se desgasta. Se “acostumbra”. Se vuelve indiferente. Y un día, cuando alguien necesite que la ley lo proteja, descubre que la ley ya no está: quedó convertida en trámite, en papel, en relato.

Lo que juramos

Nos formamos durante años para defender derechos. Años de facultad, de estudio, de práctica, de errores y aprendizaje. Y el día de la matrícula, juramos algo que no es una frase decorativa: cumplir y hacer cumplir la Constitución.

Yo no lucho por una bandera corporativa.

Lucho, todos los días, por la calidad democrática y por el respeto a los derechos de todos los ciudadanos sin importar su condición. Lucho porque sé —como sabemos tantos— lo fácil que es perder el piso institucional cuando la sociedad aplaude el castigo y el Estado se acostumbra a no rendir cuentas.

Y por eso lo digo con toda la fuerza que exige este tiempo: no quiero que esto se vuelva costumbre en mi provincia.

Unidad, sí. Silencio, no.

La abogacía tiene que estar más unida que nunca. No para encubrir nada. Para defender lo elemental: que el ejercicio profesional no sea un deporte de riesgo; que el acceso a la defensa no dependa de humillaciones; que el respeto no sea un premio; que el derecho no sea un favor.

Unidad para decir basta cuando se obstaculiza una entrevista autorizada.
Unidad para repudiar el show de la vulnerabilidad humana.
Unidad para explicar —una y mil veces— que la defensa penal no es el problema: es una de las últimas barreras contra el abuso.

Porque lo que hoy se presenta como “mano dura” contra la defensa, mañana será mano dura contra cualquiera que incomode: periodistas, docentes, militantes, familias, ciudadanos comunes. La arbitrariedad no tiene ideología cuando se vuelve costumbre; solo tiene hambre.

Un límite civilizatorio

En un Estado de Derecho hay algo que no se negocia: la dignidad. La del detenido y la del defensor. La del imputado y la de la víctima. La del que cae bien y la del que cae mal. Si la dignidad se convierte en un bien selectivo, entonces ya no hablamos de justicia: hablamos de revancha.

El Chaco no necesita más escarnio. Necesita instituciones que funcionen, órdenes judiciales que se cumplan, y un sistema penal que no sea un teatro de castigo público.

Si hoy humillan para disciplinar, la respuesta no puede ser el silencio.
La respuesta debe ser un límite.

Porque cuando la defensa cae, cae con ella una palabra que todavía nos sostiene: República.

Por Celeste Segovia
*La autora es Abogada –Escribana- Magister en Derecho Penal, especialista en Derecho de Familia-Profesora Universitaria en Ciencias Jurídicas -Resistencia, Chaco.

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Más purgas del gobierno de Zdero: echan a una trabajadora de Salud por ser concejala

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Se trata de Soledad Bonilla, quién se desempeñó durante 10 años como contratada en el Ministerio de Salud del Chaco. Además, es concejala de la localidad de Hermoso Campo por el partido Frente Grande.

El partido Frente Grande del Chaco denunció que el despido de una trabajadora del Ministerio de Salud provincial, quién a su vez se desempeñaba como concejala en la localidad de Hermoso Campo, se dio en el marco de un acto de “persecución política” iniciada a partir de la asunción del gobierno de Leandro Zdero.

El partido reveló que Bonilla es trabajadora de Salud Pública en Hermoso Campo. Se desempeñaba como enfermera en el Hospital Arsenio Zeno. Desde hace 10 años es contratada del Ministerio de Salud y se desempeña “con aplicación y compromiso con su pueblo y su zona de influencia”.

En las PASO 2023, Bonilla integró las listas del Frente Grande en Hermoso Campo compitiendo dentro del Frente Chaqueño. Ingresó por la minoría en las listas y fue electa Concejala acompañando al actual Intendente.

Tras la asunción de Zdero, Bonilla fue objeto de múltiples persecuciones, entre ellas el traslado a una zona alejada de Hermoso Campo, que la ponía en problemas para criar a sus hijos y desempeñarse como Concejala.

“Soledad no se rindió a la persecución, aunque ambos ingresos no le permiten superar una canasta básica. Se mantuvo en su trabajo, se desempeñó como Concejala y sus ideas en alto”, destacaron desde el Frente Grande.

“Sin embargo, -advirtieron-, el gobierno provincial, como su líder nacional Milei, no soporta las diferencias y cree que es dueño del Estado. Por eso la despidió. Repudiamos a Zdero y su gobierno de persecución. Nos solidarizamos con Soledad Bonilla y exigimos su reincorporación”.

 

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Coimas en Andis: una exfuncionaria hablaba de “karinear” el 3 por ciento

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Ornella Calvete, hija del presunto recaudador de las coimas, fue citada a indagatoria.

Una exfuncionaria del Ministerio de Economía implicada en el escándalo de corrupción en la Andis bromeaba con “karinear” las comisiones que presuntamente obtenían con las coimas.

Se trata de Ornella Calvete, ex directora de Desarrollo Regional y Sectorial de la Secretaría de Industria y Comercio del Ministerio de Economía e hija de Miguel Calvete, señalado por la justicia federal como el recaudador de las coimas de la Andis.

Ornella renunció a su cargo cuando salió a la luz que la Justicia allanó su casa y le encontró 700.000 dólares. La mujer está en pareja con Javier Cardini, que también trabajaba en Economía como subsecretario de Gestión Productiva y tuvo que renunciar por la investigación de las coimas.

Renunció una funcionaria de Caputo después que le encontraron 700 mil dólares: “Digo que me lo prestaron”

Entre los celulares secuestrados por la Justicia se detectó un audio de Ornella en la que le habla a su padre y se supone que lo apura con el reparto de dinero.

Escuchame Pedro si no me atendés me quedo el 3%, no me hagas Karinearte la comisión

“Escuchame Pedro si no me atendés me quedo el 3%, no me hagas Karinearte la comisión”, dice en una obvia referencia a los dichos de Diego Spagnuolo sobre el porcentaje de las coimas que debía ir para Karina Milei.

El juez federal, Sebastián Casanello.

Según consta en la causa, Ornella se refiere a su padre Miguel como “Pedro” porque él le había recomendado evitar su nombre para que no quede pegado. En otras conversaciones que ya habían surgido en la causa, Calvete hablaba del “3% para KM”.

Este jueves el juez Sebastián Casanello citó a indagatoria a Ornella para el próximo 19 de diciembre.

El magistrado también citó a declaración indagatoria a Diego Martín D’Giano, que fue director de Prestaciones Médicas en la Andis, y a Patricia Canavesio y Julio César Viera, ambos identificados por el fiscal como gente de confianza de Calvete padre.

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