La Unión Europea admitió que invirtió más plata en gas ruso que en ayuda a Ucrania

El comisario europeo Dan Jorgensen prometió hacer más para frenar las importaciones de Rusia que “llenan el cofre de guerra de Putin”

El comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jorgensen, ha reconocido que las compras de gas ruso por parte de la Unión Europea (UE) desde 2022 equivalen al coste de 2.400 cazas F-35, fabricados por la empresa estadounidense Lockheed Martin.

En este sentido, Jorgensen se comprometió a “hacer mucho más” para poner fin a estas importaciones porque, de lo contrario, el bloque estará “ayudando indirectamente a llenar el cofre de guerra de Putin”.

“En ese periodo hemos gastado más dinero en Europa comprando fósiles y energía rusos de lo que hemos dado a Ucrania en ayudas y subvenciones”, afirmó Jorgensen en una entrevista con European Newsroom (ENR).

El comisario destacó que la UE ha logrado reducir las importaciones de gas ruso del 45% en 2022 al 13% actual, pero insistió en la necesidad de eliminar completamente esta dependencia “lo más rápido posible”.

La UE ha logrado reducirLa UE ha logrado reducir las importaciones de gas ruso del 45% en 2022 al 13% actual (EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV)

Retraso en la estrategia de independencia energética

Jorgensen subrayó que, aunque la Comisión Europea ha pospuesto sin fecha la presentación de su estrategia para poner fin al uso del gas ruso en el bloque, esto no significa “un cambio en la ambición” en el objetivo de eliminarlo para 2027.

“El plan se ha pospuesto, pero el esfuerzo no”, afirmó, al tiempo que reconoció que no se trata de un proceso sencillo. “De haber sido fácil, se habría logrado hace tres años”, añadió. Además, afirmó que su equipo trabaja a diario para “deshacerse del petróleo ruso” y que la independencia llegará “pronto”.

El comisario justificó el retraso en la necesidad de diseñar una estrategia que no perjudique a los ciudadanos y resaltó la importancia de diversificar el suministro energético. También destacó que esta diversificación permitió que la interrupción del tránsito de gas ucraniano el 1 de enero de 2024 no causara grandes alteraciones en los mercados, aunque sí afectó los precios locales.

“No estamos hablando de dar una patada a la lata y posponerlo durante meses”, garantizó el comisario, solicitando “paciencia” pese a haber superado el plazo de los cien días. “Estamos trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana, y lo haremos lo más rápido posible”, aseguró.

Jorgensen reiteró que la transición verde es clave para la independencia energética de la UE y que la reducción del uso del gas es parte del proceso de descarbonización de la economía del bloque. “Aunque se está avanzando rápidamente en la dirección correcta, todavía hay industrias y hogares que dependerán del gas durante algunos años”, concluyó.

(Con información de Europa Press)

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