Respondió así a las nuevas sanciones impuestas por EEUU contra uno de sus once integrantes, el magistrado Alexandre de Moraes, instructor de las causas abiertas contra el líder ultraderechista brasileño
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil afirmó este miércoles que existen “indicios graves” contra los acusados en el proceso por el intento de golpe de Estado, entre los que figura el ex presidente Jair Bolsonaro, a quien garantizó un “juicio justo”, según informó el máximo tribunal en un comunicado. La respuesta se produjo tras las nuevas sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos contra el magistrado Alexandre de Moraes, instructor de las causas abiertas contra el exmandatario.
El Departamento del Tesoro de EEUU aplicó a De Moraes la Ley Magnitsky, que permite sancionar a ciudadanos extranjeros implicados en actos de corrupción o violaciones a los derechos humanos. Para el secretario del Tesoro, Scott Bessent, “De Moraes es responsable de una campaña opresiva de censura, detenciones arbitrarias que violan los derechos humanos y procesos judiciales politizados, incluso contra el ex presidente Jair Bolsonaro”. Las sanciones bloquean posibles bienes y propiedades del magistrado en Estados Unidos y prohíben a ciudadanos estadounidenses realizar cualquier transacción con ellos.
Frente a esto, el STF sostuvo que “no se apartará de su papel de cumplir la Constitución y las leyes del país, que garantizan a todos los implicados el debido proceso legal y un juicio justo”. El tribunal subrayó que juzgar delitos que constituyen “un grave atentado contra la democracia brasileña es competencia exclusiva de la Justicia del país”.
En el contexto de estas investigaciones, la Fiscalía brasileña ha acusado a Bolsonaro y a otras 33 personas de diversos delitos, entre ellos el intento de golpe de Estado contra su sucesor, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El tribunal precisó que, durante la investigación, “se encontraron indicios graves de la comisión de dichos delitos, incluido un plan que preveía el asesinato de autoridades públicas”. Además, el Supremo comunicó que todas las decisiones tomadas por Alexandre de Moraes que afectan a Bolsonaro, como la imposición de una tobillera electrónica y la prohibición de acceder a redes sociales, fueron confirmadas de forma colegiada por la corte.
Medios brasileños señalaron que De Moraes no posee cuentas bancarias ni propiedades en Estados Unidos, por lo que las sanciones tendrían un alcance simbólico. A estas medidas se suma la revocación, el pasado 18 de julio, de la visa de entrada a EEUU para De Moraes y sus familiares directos.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. aplicó este miércoles a De Moraes la Ley Magnitsky
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, declaró ante la prensa que el Poder Judicial “no se curvará ante las presiones externas” y que el Gobierno brasileño “se reserva el derecho a responder” a las sanciones estadounidenses. Vieira, tras un encuentro en Washington con el secretario de Estado adjunto estadounidense, Marco Rubio, defendió la “independencia” del Poder Judicial brasileño y señaló que ambos funcionarios acordaron la “necesidad de mantener el diálogo” para resolver la crisis diplomática.
El canciller informó además que tiene previsto regresar a Brasil para comunicar los resultados de las conversaciones al presidente Lula da Silva, antes de definir una respuesta oficial a las sanciones. El encuentro representa el contacto presencial de mayor nivel entre ambos países desde que aumentaron las tensiones por las críticas de la administración de Donald Trump al sistema judicial brasileño.
El Gobierno de Trump ha justificado estas sanciones acusando a De Moraes de violar derechos humanos mediante órdenes para retirar publicaciones con mensajes antidemocráticos de redes sociales y por “perseguir” a Jair Bolsonaro, quien afronta juicio por el presunto intento de golpe de Estado tras su derrota electoral de 2022.
Por otra parte, el presidente Trump ha argumentado estas mismas razones para imponer un arancel del 50 % a ciertas importaciones brasileñas, aunque una parte de estos productos fue exenta de la medida. El Supremo Tribunal Federal, por su parte, reiteró en su comunicado que Bolsonaro cuenta con garantía de “juicio justo” y que todas las decisiones judiciales se ajustan al debido proceso legal.
El encuentro entre Asaad al-Shaibani y Ron Dermer tendrá lugar tras una visita sin precedentes del sirio a Moscú el jueves
Una reunión ministerial sirio-israelí se celebrará el jueves en Bakú para tratar cuestiones de seguridad en el sur de Siria, declaró un diplomático a la agencia de noticias AFP.
La reunión entre el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, y el ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Ron Dermer, sigue a una reunión similar entre los dos ministros en París la semana pasada.
Esto tendrá lugar tras una visita sin precedentes de Shaibani a Moscú el jueves, añadió el diplomático, que pidió el anonimato debido a la delicadeza del asunto.
Rusia fue un aliado clave del ex presidente Bashar al-Assad, derrocado en una ofensiva liderada por islamistas en diciembre.
Israel y Siria están técnicamente en guerra desde 1948.
La reunión en Bakú se centrará en “la situación de seguridad, especialmente en el sur de Siria”.
La reunión de París se centró principalmente en “los recientes acontecimientos en materia de seguridad y los intentos de contener la escalada en el sur de Siria”, según la televisión estatal siria.
Los hechos se produjeron después de unos enfrentamientos mortales en la provincia de Sweida, de mayoría drusa, en el sur de Siria, en los que murieron más de 1.400 personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los enfrentamientos inicialmente enfrentaron a combatientes drusos locales contra tribus beduinas sunitas, pero pronto se involucraron las fuerzas del gobierno sirio e Israel, este último afirmando que quería proteger a los drusos.
Israel atacó el palacio presidencial sirio y el cuartel general del ejército en Damasco.
FOTO DE ARCHIVO. Ron Dermer asiste a una sesión especial de la Knesset, el parlamento israelí, en Jerusalén. 29 de diciembre de 2022 (REUTERS/Amir Cohen/Pool)
Estados Unidos, aliado de Israel que también ha expresado su apoyo a las autoridades sirias, anunció un alto el fuego entre ambas partes durante la noche del 18 de julio.
Antes de la violencia en Sweida, funcionarios sirios e israelíes se habían reunido en Bakú el 12 de julio.
Bases rusas
Israel ha ocupado los Altos del Golán de Siria desde 1967, anexándolos en 1981 en una acción no reconocida por la comunidad internacional.
Ambos firmaron un acuerdo de retirada un año después de la guerra de 1973, estableciendo una zona de amortiguación patrullada por la ONU entre Siria y los Altos del Golán ocupados.
Desde la caída de Assad, Israel ha desplegado sus tropas en la zona de amortiguación y ha llevado a cabo cientos de ataques contra Siria.
Damasco admitió haber mantenido conversaciones indirectas con Israel para reducir las escaladas.
El diplomático dijo que Shaibani se dirigirá el jueves a la capital rusa, donde Assad buscó refugio, y se reunirá con funcionarios rusos para discutir varios temas, incluidas las bases militares rusas en Siria, para negociar “los términos de la existencia continua de las bases y los derechos operativos”.
Moscú desea conservar su base naval en Tartus y su base aérea en Hmeimim.
Enfrentó duras críticas por su intervención en la guerra civil de Siria del lado de Assad en 2015, apoyando militarmente al gobierno y realizando innumerables ataques aéreos en zonas controladas por los rebeldes.
Las nuevas autoridades lideradas por islamistas en Damasco no rompieron relaciones con Rusia después de tomar el poder, y el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, se reunió con el presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, en Damasco en enero.
Según el diplomático, el viaje de Shaibani a Moscú también incluirá conversaciones sobre “apoyar la cooperación bilateral y revitalizar las relaciones diplomáticas y de seguridad” entre los dos países, así como discutir “medidas relativas a la seguridad interna y los combatientes extranjeros”.
Estas adquisiciones forman parte de una estrategia mayor del canciller Friedrich Merz, decidido a reconstruir las fuerzas armadas
Alemania se prepara para lanzar una masiva ola de compras militares valoradas en decenas de miles de millones de euros. Entre los encargos se destacan 20 cazas Eurofighter, hasta 3.000 vehículos blindados Boxer y unos 3.500 vehículos de combate de infantería Patria, según confirmaron a Reuters dos fuentes con conocimiento directo del plan.
Estas adquisiciones forman parte de una estrategia mayor del canciller Friedrich Merz, decidido a reconstruir las fuerzas armadas y convertirlas en la principal potencia militar convencional de Europa. El objetivo es reducir la dependencia de Estados Unidos —cada vez más volátil en su política exterior— y asumir un rol más activo en la seguridad del continente.
Para financiar este giro estratégico, Merz consiguió este año el aval parlamentario para liberar el gasto en defensa de los estrictos límites de deuda fijados en la Constitución alemana. Así, se abre la puerta a una reestructuración profunda del aparato militar, respaldada por un presupuesto que ascenderá a 83.000 millones de euros en 2026 —20.000 millones más que en 2025—.
Las cifras son contundentes: solo la compra de los Eurofighter costará entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Los vehículos Boxer, producidos por KNDS y Rheinmetall, se estiman en unos 10.000 millones, mientras que los Patria finlandeses sumarían otros 7.000 millones. Las entregas de ambos modelos se extenderán durante la próxima década.
El canciller alemán Friedrich Merz y el vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, durante una reunión de gabinete en la Cancillería en Berlín, el 30 de julio de 2025. (REUTERS/Annegret Hilse)
Además, el Ministerio de Defensa planea adquirir más sistemas antiaéreos IRIS-T y cientos de unidades del sistema antidrones SkyRanger. Aunque el monto de estas operaciones aún no fue definido, forman parte de un paquete más amplio de modernización de las capacidades defensivas del país. Bloomberg también reportó los planes, aunque con algunas divergencias en las cifras. El Ministerio, por el momento, no respondió a pedidos de comentarios.
Con este viraje, Alemania busca cumplir anticipadamente el nuevo objetivo de gasto de la OTAN, que establece una inversión en defensa del 3,5% del PBI hacia 2029, un porcentaje que muy pocos miembros de la Alianza alcanzan hoy. Sin embargo, el desafío no es menor: tras décadas de desinversión, el propio jefe del Ejército alemán admitió —horas después de la invasión rusa a Ucrania— que la Bundeswehr estaba “prácticamente con las manos vacías”. Ahora, Merz quiere cambiar esa imagen, y rápido.
El ambicioso plan de rearme no solo redefine la política de defensa alemana, sino que también envía una señal clara al resto de Europa, asegurando que Berlín está dispuesto a asumir un liderazgo militar proporcional a su peso económico.
El paquete de medidas, el mayor desde 2018, apunta a una red naviera manejada por el hijo de un alto asesor de Khamenei, acusada de financiar actividades del régimen mediante la venta de crudo y petroquímicos
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció este miércoles un nuevo paquete de sanciones dirigido a más de 115 personas, entidades comerciales y buques supuestamente vinculados a Irán, intensificando así la campaña de presión sobre el régimen persa tras los recientes ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares en Fordow, Isfahan y Natanz.
Según el Departamento del Tesoro, estas sanciones conforman la mayor acción de este tipo desde 2018, cuando la Administración de Donald Trump inició la estrategia de “máxima presión” contra Irán. El objetivo principal son los intereses navieros gestionados por Mohammad Hossein Shamkhani, hijo de Ali Shamkhani, consejero del líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei. La cartera estadounidense señaló que Shamkhani controla una red global de buques portacontenedores y petroleros, utilizada para vender petróleo iraní y ruso a través de intermediarios en múltiples países.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó la maniobra en un comunicado: “Las más de 115 sanciones emitidas hoy son las mayores hasta la fecha desde que la Administración Trump implementó nuestra campaña de máxima presión contra Irán. Estas acciones priorizan a Estados Unidos al atacar a las élites del régimen que se benefician mientras Teherán amenaza la seguridad de Estados Unidos”.
De acuerdo con la información proporcionada por el Tesoro, la red de Shamkhani está sujeta a acusaciones de utilizar sus conexiones personales y la corrupción institucional en Teherán para acumular beneficios económicos estimados en decenas de miles de millones de dólares. Estos fondos, según las autoridades estadounidenses, se destinan al sostenimiento del régimen iraní y sus actividades consideradas desestabilizadoras, incluyendo el apoyo a grupos armados y la represión interna.
La medida afecta específicamente a 15 empresas navieras, 52 buques, 12 personas y 53 entidades acusadas de participar en esquemas de evasión de sanciones, con ramificaciones en al menos 17 países, incluyendo Panamá, Italia, Hong Kong, India, Indonesia, Singapur, Suiza, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. Entre las firmas sancionadas figuran operadores basados en China y compañías encargadas del comercio y transporte de petróleo y productos petroquímicos, designadas por el Departamento de Estado.
El jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani (Foto AP/Vahid Salemi, Archivo)
Según la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, “las sanciones buscan obstaculizar la capacidad del régimen iraní de financiar sus actividades desestabilizadoras, incluido su programa nuclear, su apoyo a grupos terroristas y la represión de su propio pueblo”. Bruce advirtió que cualquier persona o país que decida comprar petróleo iraní o petroquímicos “se expone al riesgo de sanciones estadounidenses y no podrá realizar negocios con Estados Unidos”.
La Unión Europea ya había impuesto sanciones a Shamkhani a principios de julio por su implicación en el comercio de petróleo ruso, reforzando el aislamiento del naviero y de su red empresarial.
El subsecretario del Tesoro estadounidense, Michael Faulkender, declaró que las nuevas sanciones no deberían causar “perturbaciones sostenidas en los mercados petroleros mundiales”, dado que la acción apunta a actores específicos. Faulkender detalló que Irán exportaba aproximadamente 1,8 millones de barriles de crudo diario a comienzos de año y que el volumen actual ronda 1,2 millones de barriles diarios. “Seguimos tomando medidas para reducir aún más esa cifra”, afirmó.
El comunicado oficial del Tesoro subrayó que la familia Shamkhani explota la influencia política de su entorno para crear y operar una flota internacional de petroleros y portacontenedores, facilitando así la elusión de sanciones y el flujo de recursos para el beneficio exclusivo de las élites del régimen, incluyendo la adquisición de propiedades de lujo y pasaportes extranjeros mediante grandes inversiones.