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Bienestar

Los tres problemas de tratar a los hijos adultos como niños: cuándo es necesario acudir a terapia familiar

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La transición hacia la independencia no siempre es fácil. Cuando los padres mantienen actitudes sobreprotectoras, incluso cuando sus hijos ya son adultos, pueden aparecer tensiones y dificultades emocionales. Investigadores y psicólogos explican las consecuencias de este estilo de crianza y ofrecen pautas para gestionarlo.

Con cada etapa vital, surgen nuevos roles, hábitos y formas de interactuar con los demás. Crecer significa ganar autonomía, pero no todos los padres logran acompañar ese proceso al mismo ritmo. Muchos mantienen actitudes absorbentes, lo que puede provocar malestar en los hijos adultos.

Un estudio de la Universidad McGill y la Universidad de California en Los Ángeles mostró que los estudiantes universitarios que crecieron con padres excesivamente cautelosos tenían más probabilidades de experimentar ansiedad al comenzar la educación postsecundaria. “La crianza sobreprotectora es un estilo que impide que los niños tomen sus propias decisiones o afronten las consecuencias de sus acciones”, señaló Anna Weinberg, profesora asociada de Psicología en McGill.

Impacto en la salud mental

Los investigadores observaron que la relación entre situaciones estresantes y sentimientos de ansiedad era más fuerte en quienes habían tenido padres muy controladores. Según la autora principal, Lidia Panier, “los estudiantes cuyos padres son muy protectores experimentan un vínculo más fuerte entre la exposición a eventos estresantes y sentimientos de ansiedad”.

El desafío de crecer con padres que nunca dejan de cuidar. (Foto: Adobe Stock)
El desafío de crecer con padres que nunca dejan de cuidar. (Foto: Adobe Stock)

Este estilo de crianza, además, puede asociarse con apego inseguro dificultades en la regulación emocional y menor apertura a nuevas experiencias, lo que aumenta la vulnerabilidad psicológica. En palabras de Weinberg: “A veces, este instinto tan natural de evitar que nuestros hijos sientan tristeza, miedo o angustia puede, a la larga, perjudicarlos”.

Problemas habituales en la adultez

Cuando los padres siguen actuando como si sus hijos fueran niños, suelen aparecer:

  • Falta de privacidad, especialmente en adultos que conviven con sus progenitores.
  • Sentimientos de vergüenza, por la incongruencia entre ser tratado como menor y la necesidad de autonomía.
  • Conflictos en la toma de decisiones, cuando los padres imponen su criterio sobre temas en los que el hijo ya es competente.

A largo plazo, estas dinámicas pueden erosionar la autoestima y dificultar la independencia plena.

Estrategias para manejar la relación

Los psicólogos recomiendan trabajar la asertividad: expresar el malestar sin ataques y con ánimo de llegar a acuerdos. También es clave detectar cuándo una conversación se vuelve demasiado tensa y posponerla hasta recuperar la calma.

Si los padres se sienten heridos, conviene expresar gratitud por los esfuerzos que han hecho, aclarando que lo que se busca no es negar su apoyo sino ajustar los límites. Establecer normas básicas de convivencia —por ejemplo, no interrumpir durante el trabajo remoto— ayuda a que ambas partes tengan criterios objetivos de respeto.

En los casos más complejos, la terapia familiar puede ser una herramienta útil para mejorar la comunicación y generar nuevos patrones de relación.

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Bienestar

Cómo funciona el método de estimulación eléctrica experimental que ayudaría a reparar tejidos y controlar la inflamación

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La investigación, realizada en Trinity College Dublín, demostró que “reprogramar” células clave del sistema inmunitario, podría brindar nuevas perspectivas para terapias seguras y personalizadas en medicina avanzada

 

Un equipo de investigadores en Trinity College Dublín descubrió que la aplicación de corrientes eléctricas a un tipo específico de célula inmunitaria, denominada macrófago, permite modificar su comportamiento para reducir la inflamación y acelerar la recuperación tras lesiones o enfermedades.

El estudio, publicado en Cell Reports Physical Science, analizó en laboratorio los efectos de la estimulación eléctrica sobre muestras de células obtenidas de donantes sanos a través del Banco de Sangre Irlandés en el hospital St. James. Los resultados abren nuevas posibilidades para el desarrollo de terapias dirigidas a mejorar la curación de tejidos y controlar cuadros inflamatorios.

Según el comunicado divulgador por Science Dailylos macrófagos representan un componente esencial del sistema inmunitario de los seres humanos. Estas células de la sangre circulan por los tejidos, detectan y eliminan microbios dañinos, virus y células muertas, y coordinan la activación de otros mecanismos de defensa cuando el organismo lo requiere.

La estimulación eléctrica reduce laLa estimulación eléctrica reduce la inflamación y potencia la regeneración de tejidos en modelos de laboratorio (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, una activación excesiva de los macrófagos puede resultar nociva, ya que produce una inflamación descontrolada capaz de dañar tejidos, agravar enfermedades crónicas y afectar la recuperación tras lesiones.

La investigación realizada en Trinity College Dublín consistió en aislar macrófagos de sangre humana y someterlos a corrientes eléctricas en un bioreactor experimental. De acuerdo con la doctora Sinead O’Rourke, autora principal del trabajo, la aplicación de la estimulación eléctrica indujo un cambio notorio en el perfil de los macrófagos.

Las células pasaron a un estado antiinflamatorio, disminuyendo la actividad de los marcadores clásicos de inflamación y favoreciendo la expresión de genes ligados a la reparación de tejidos y la formación de nuevos vasos sanguíneos.

El estudio demuestra que laEl estudio demuestra que la electricidad induce un perfil antiinflamatorio en macrófagos humanos, clave para la recuperación (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estímulo eléctrico aplicado también incrementó la atracción de células madre hacia la zona de lesión, lo que constituye un factor clave para una reparación más rápida y eficiente. La participación de las células madre en el proceso de curación permite la regeneración de tejidos dañados, reduce el riesgo de formación de cicatrices excesivas y acorta el tiempo necesario para la recuperación completa en heridas o enfermedades inflamatorias.

De acuerdo con el equipo de investigación, otro de los aspectos relevantes es la perspectiva clínica de los hallazgos. A diferencia de otros métodos complejos y costosos para modular el sistema inmunitario, la estimulación eléctrica controlada ofrece ventajas por su relativa facilidad de implementación, el bajo riesgo asociado y la posibilidad de aplicación localizada y medida. Esto sugiere que, en un futuro, podrían desarrollarse dispositivos médicos capaces de intervenir de manera precisa en zonas específicas afectadas por inflamación.

El estudio, coordinado por los profesores Aisling Dunne y Michael Monaghan, subraya el potencial de esta aproximación para una amplia gama de afecciones. Entre las aplicaciones más prometedoras se encuentran el tratamiento de heridas abiertas, enfermedades autoinmunes, procesos inflamatorios crónicos y la recuperación tras intervenciones quirúrgicas, donde la modulación de la respuesta inmunitaria es fundamental para evitar complicaciones.

Especialistas subrayan la importancia deEspecialistas subrayan la importancia de intervenciones controladas sobre células inmunes para optimizar la reparación y minimizar las complicaciones en procesos inflamatorios crónicos o lesiones. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El profesor Michael Monaghan, codirector del proyecto, señala que entre los próximos pasos figura la búsqueda de parámetros óptimos de estimulación, la evaluación de efectos en modelos animales y la exploración de nuevos materiales y dispositivos para el suministro de campos eléctricos. El objetivo es perfeccionar el método y analizar su impacto en formas más complejas de inflamación, con miras a la transferencia a ensayos clínicos en pacientes.

Según el informe divulgado por Science Daily, estos resultados constituyen un avance relevante hacia el desarrollo de terapias basadas en la electricidad para acelerar los procesos de curación y modular la respuesta inmune en situaciones patológicas. La posibilidad de “reprogramar” los macrófagos introduce una estrategia directa de intervención sobre la inflamación, problema central en muchas enfermedades crónicas y agudas.

El uso de electricidad en medicina ya tiene antecedentes en terapias de estimulación nerviosa para el control del dolor o en la recuperación funcional tras lesiones musculares. Sin embargo, la evidencia generada por el grupo en Trinity College Dublín muestra que el impacto puede extenderse al microambiente inmunitario y al proceso de regeneración tisular.

La aplicación de corrientes eléctricasLa aplicación de corrientes eléctricas incrementa la atracción de células madre hacia zonas lesionadas, mejorando la reparación tisular (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los hallazgos destacan la importancia de la interdisciplinariedad entre disciplinas como la biomedicina, la ingeniería y la inmunología. La investigación pone de relieve que el desarrollo de nuevas técnicas de tratamiento puede requerir la integración de enfoques biotecnológicos y físicos para abordar desafíos médicos complejos.

La demostración de que la electricidad puede modificar de manera segura y eficaz el comportamiento de los macrófagos para reducir la inflamación y facilitar la reparación tisular abre una nueva etapa en el diseño de alternativas terapéuticas.

De acuerdo con los autores, la transferencia de esta tecnología a la práctica clínica podría mejorar los resultados en pacientes con heridas difíciles, enfermedades inflamatorias y otras condiciones que requieren una respuesta inmune controlada y una recuperación acelerada.

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Bienestar

Caminar más de 5.000 pasos al día retrasa el avance del Alzheimer, reveló un estudio de Harvard

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Un grupo de científicos, con la colaboración de expertos de Canadá y Australia, hizo un seguimiento a largo plazo de adultos mayores. Cómo los niveles de actividad diaria pueden realmente hacer la diferencia en la protección cerebral

Caminar más de 5.000 pasosCaminar más de 5.000 pasos diarios se asocia a una menor acumulación de proteínas vinculadas al Alzheimer, según un estudio de Harvard. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Caminar fortalece el corazón, regula el peso y mejora el bienestar físico y emocional. Ahora, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, comprobó que caminar más de 5.000 pasos diarios puede ralentizar la acumulación de proteínas asociadas al Alzheimer y retrasar el deterioro de la memoria.

Los investigadores hicieron un seguimiento durante hasta 14 años de la actividad física y la salud cerebral de adultos mayores.

Según los resultados que publicaron en la revista Nature Medicinequienes alcanzan entre 5.001 y 7.500 pasos diarios muestran los mayores beneficios cerebrales.

El estudio publicado en NatureEl estudio publicado en Nature Medicine destaca que los beneficios cerebrales aumentan a partir de los 3.001 pasos diarios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El análisis también constató que incluso quienes superan los 3.000 pasos diarios registran ventajas medibles para la salud cerebral, aunque se intensifican a medida que aumenta la cantidad de pasos.

El hallazgo sugiere una meta alcanzable y concreta para que los adultos mayores protejan su función cognitiva, que es el conjunto de habilidades mentales que permiten pensar, recordar, aprender, razonar y comprender el entorno.

Qué es la enfermedad de Alzheimer

La inactividad física figura entreLa inactividad física figura entre los principales factores de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer a nivel mundial.(Freepik)

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar tareas cotidianas.

Esta condición ocurre por la acumulación de proteínas anómalas, como la amiloide y la tau, en el cerebro, lo que daña y destruye a las neuronas. El proceso afecta sobre todo las áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje.

A nivel mundial, la enfermedad de Alzheimer afecta a más de 55 millones de personas y cada año se diagnostican alrededor de 10 millones de nuevos casos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El seguimiento de adultos mayoresEl seguimiento de adultos mayores durante 14 años revela que la actividad física protege la memoria y la función cognitiva. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los investigadores de Harvard quisieron averiguar si un mayor nivel de actividad física puede retrasar los primeros cambios cerebrales de la enfermedad.

Contaron con la colaboración de científicos del Instituto de Investigación Sunnybrook y la Universidad de Toronto, en Canadá, el Instituto Banner de Alzheimer en los Estados Unidos, y de la Universidad de Melbourne en Australia.

Consideraron que la inactividad física es uno de los principales riesgos para desarrollar Alzheimer, pero hasta ahora no se había comprobado con claridad la cantidad de movimiento necesaria para ver efectos.

Beneficios comprobados al caminar más

Un total de 294 adultosUn total de 294 adultos mayores participaron usando pulseras electrónicas que registraron sus pasos diarios durante hasta 14 años. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio incluyó a 294 personas mayores de 50 años sin deterioro cognitivo, que integraron el “Harvard Aging Brain Study” y llevaron pulseras para registrar sus pasos diarios hasta durante 14 años.

Esos participantes realizaron pruebas anuales de memoria y estudios cerebrales con tomografía por emisión de positrones (PET) para detectar proteínas tau y amiloide, ambas asociadas al Alzheimer.

El estudio halló que los beneficios para la salud cerebral aumentan de manera gradual a partir de los 3.001 pasos diarios.

Pero se vuelven más destacados desde los 5.001 pasos. El mayor efecto se alcanza al dar entre 5.001 y 7.500 pasos cada día.

Los científicos sugieren consultar con profesionales de la salud antes de iniciar cambios en la actividad física, especialmente si existen enfermedades previas.

El estudio fue observacional yEl estudio fue observacional y sus resultados podrían no ser aplicables a poblaciones con menos acceso a tecnología (Freepik)

Reconocieron que los resultados podrían variar según el contexto y el acceso a tecnología.

En diálogo con Infobae, el doctor Ricardo Allegri, investigador en neurociencias del Conicet y jefe de Neurología cognitiva del Instituto Fleni en la Argentina, opinó que “el estudio es muy interesante y original por varios motivos. Hay múltiples artículos que relacionan la actividad física como factor de protección para el deterioro cognitivo; de hecho, es uno de los 14 factores modificables identificados en los trabajos de Lancet Commission. Pero este trabajo va más allá al relacionar el depósito de placa amiloide y, especialmente, la alteración de la proteína Tau”.

Ya se sabe que “el deterioro cognitivo se vincula con la proteína Tau y no con la primera. Además, el nuevo trabajo presenta otra originalidad respecto de estudios previos, ya que evaluó longitudinalmente una cohorte de participantes durante 14 años de seguimiento. Claramente, la caminata es una acción que debería promoverse activamente desde la salud pública”, destacó el doctor Allegri.

La doctora Julia Dudley, jefa de investigación de la organización Alzheimer’s Research del Reino Unido, valoró los resultados del estudio: “Investigaciones previas habían demostrado que hasta el 45% de los casos de demencia podrían prevenirse al abordar factores que pueden aumentar nuestro riesgo, incluida la inactividad física. Este trabajo se suma al conocimiento existente de que mantenerse activo es bueno para la salud cerebral y podría ayudar a ralentizar el deterioro de la memoria y el pensamiento a medida que envejecemos”.

Los investigadores plantean la necesidadLos investigadores plantean la necesidad de ensayos clínicos para confirmar el impacto directo de la actividad física en el Alzheimer (Imagen Ilustrativa Infobae)

La experta agregó al ser consulta por Science Media Centre que “es importante recordar que este estudio solo muestra que existe una relación, sin demostrar directamente que caminar ralentiza los cambios propios del Alzheimer. Tampoco analizó el efecto de otros tipos de ejercicio ni las variaciones en los patrones de caminata a lo largo del tiempo”.

Opinó también que se necesita más investigación, incluidos ensayos clínicos, para ver el impacto directo de la actividad física sobre la prevención y el avance de la demencia y sobre las causas subyacentes de la enfermedad. Pero reconoció que estudios como el que fue publicado en Nature Medicine refuerzan que la recomendación de que cambios simples en el estilo de vida “podrían ayudar a mantener el cerebro sano por más tiempo”.

En tanto, Jorge Franchella, médico deportólogo y cardiólogo y director del programa de actividad física y deportes del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, opinó al ser consultado por Infobae: “La caminata sirve para salir del sedentarismo. Son resultados que alientan a promover la actividad física, como un modo de ralentizar el desarrollo de Alzheimer. Aunque se deberían hacer más estudiar para corroborar si la caminata reduce el riesgo”.

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Bienestar

Cómo detectar y qué hacer frente a una caída severa de la presión arterial

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Especialistas en arritmias cardíacas de Cleveland Clinic señalan que identificar los primeros síntomas permite intervenir a tiempo y reducir el riesgo de complicaciones graves

La presión baja también puede ser peligrosa, aunque la mayoría solo asocia los riesgos con la hipertensión. Una caída repentina de la tensión arterial puede generar mareos, desmayos e incluso poner en riesgo la vida si no se actúa a tiempo.

Los especialistas de la Cleveland Clinic alertan que la hipotensión súbita requiere atención inmediata, ya que puede ser señal de un problema cardíaco, una deshidratación severa o una reacción adversa a ciertos medicamentos. Asimismo, reconocer los síntomas de una bajada peligrosa y saber cómo actuar resulta fundamental para proteger la salud.

La presión arterial baja, conocida como hipotensión, se define por valores iguales o inferiores a 90/60 mmHg. Según Jeffery Courson, especialista en arritmias cardíacas de Cleveland Clinic, una disminución brusca puede deberse a diversas causas, pero el riesgo es común: el flujo sanguíneo hacia los órganos vitales se reduce, lo que podría desencadenar shock si no se revierte a tiempo.

Courson subraya que una bajada de solo 20 mmHg respecto a los valores habituales de una persona puede provocar desmayo, aunque el nuevo valor todavía se considere “normal”.

Reconocer los primeros signos deReconocer los primeros signos de una bajada peligrosa de presión arterial es clave para prevenir riesgos mayores en la salud (dpa)

De acuerdo con la Cleveland Clinic, los síntomas más frecuentes que pueden presentarse ante una bajada peligrosa de presión arterial son mareo, confusión, visión borrosa, sudoración excesiva o sensación de calor, náuseas, debilidad, dolor de cabeza y ansiedad.

En situaciones más graves, la persona puede experimentar pérdida de control muscular o incapacidad para mantenerse de pie, zumbidos en los oídos y sensación de frío y humedad en la piel. La aparición de estos signos exige actuar de inmediato para evitar caídas, lesiones o complicaciones mayores.

Cómo subir la presión arterial

Ante una caída brusca de la presión arterial, la Cleveland Clinic recomienda varias acciones prácticas para recuperar los valores normales. Cambiar de posición es fundamental, pasar de estar de pie a sentarse y, si es posible, acostarse con las piernas elevadas facilita el retorno sanguíneo al corazón y disminuye el riesgo de desmayo y lesiones.

La hidratación también es clave. Beber agua tan pronto como se perciban los síntomas ayuda a que el cuerpo regule mejor la presión, ya que el volumen sanguíneo depende directamente del estado de hidratación.

Tal como explicó Courson, si la presión arterial está baja, la ingesta de líquidos puede aumentar el volumen sanguíneo y favorecer la circulación.

Beber agua al detectar síntomasBeber agua al detectar síntomas de presión baja ayuda a estabilizar el volumen sanguíneo (Freepik)

Activar los músculos contribuye a elevar la presión. Acciones como apretar una pelota antiestréscerrar los puños o tensar los músculos de las piernas y el abdomen mejoran la circulación. Si la persona está de pie, cruzar las piernas y contraer los músculos puede ayudar a superar la sensación de debilidad.

El uso de prendas de compresión, como fajas abdominales, resulta útil para favorecer el retorno venoso y evitar bajadas adicionales de presión, especialmente en personas propensas a estos episodios.

El consumo de café con cafeína puede ofrecer un estímulo momentáneo para aumentar la presión arterial. Sin embargo, Courson advierte que quienes lo consumen de manera habitual podrían no notar un cambio significativo con una taza adicional.

El consumo de café yEl consumo de café y la búsqueda de ambientes frescos pueden contribuir a estabilizar la presión arterial en casos leves de hipotensión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Refrescarse también es importante, ya que el calor dilata los vasos sanguíneos y favorece la acumulación de sangre en las extremidades, agravando la hipotensión. Buscar un lugar fresco y beber agua ayuda a restablecer la presión normal.

Por último, controlar el estrés mediante ejercicios de respiración profunda, como la respiración cuadrada o la técnica 4-7-8, puede resultar beneficioso, especialmente si la hipotensión está vinculada a situaciones emocionales o de ansiedad.

Cuándo buscar atención médica por hipotensión

Cleveland Clinic subraya que una bajada ocasional de la presión arterial no siempre implica gravedad, pero un episodio repentino y severo debe considerarse una emergencia. Busque atención médica inmediata si se presentan:

  • Desmayo o pérdida de consciencia
  • Piel fría y húmeda
  • Palidez o tono azulado en la piel
  • Latido cardíaco débil pero rápido
  • Respiración superficial
La Cleveland Clinic aconseja buscarLa Cleveland Clinic aconseja buscar atención médica inmediata ante desmayo, piel fría y húmeda o latido cardíaco débil por hipotensión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Quienes experimenten episodios recurrentes de hipotensión deben consultar a un profesional sanitario para determinar la causa y recibir orientación sobre el manejo adecuado.

Ante cualquier duda sobre la gravedad, los expertos recomiendan actuar con prudencia y no demorar la consulta. La intervención temprana puede evitar consecuencias mayores.

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